jueves, 25 de agosto de 2011

DECLARACIÓN DEL COMITÉ NACIONAL Y COMITÉ FEDERAL

Emitida tras reunión celebrada el 25 de Agosto de 2011 en Buenos Aires:
La UCR ha contribuido significativa y decisivamente a afianzar los valores de la democracia. Está lejos de ser una fuerza política circunstancial, de moda o con peso en algún distrito y nada más. Se trata de un partido político nacional, en el sentido de que posee presencia territorial en cada rincón del país y al mismo tiempo, es portador de una visión integral que abarca todos los aspectos de la realidad argentina.

La fórmula integrada por Alfonsín y González Fraga es, por lo tanto, mucho más que una propuesta electoral. Constituye la expresión sintética de ideas y valores permanentes que no son fruto del oportunismo, sino derivación de principios que definen una identidad política con profunda inserción en el pueblo argentino.
Hoy, las ideas centrales de nuestra propuesta pasan por asegurar el desarrollo sostenido, la justa distribución del ingreso, la defensa del salario, el crecimiento de las economías regionales como vía para garantizar el federalismo, el combate a la inflación incrementando la productividad para evitar que se consolide la brecha entre ricos y pobres, la regularización de la inmensa e injusta deuda con los jubilados, un sistema de crédito hipotecario para la vivienda familiar, la igualdad de género, una política energética eficiente que garantice la autonomía nacional y preserve el medio ambiente, y un programa integral de seguridad que garantice la lucha contra el narcotráfico, la vida y el patrimonio de los argentinos.
Nuestro vínculo con la democracia es tan definitivo, que le ha dado sentido total a nuestra existencia. Defendemos el voto popular garantizando su libre expresión y respetando siempre sus decisiones, pero también denunciando cada intento de utilizarlo para disminuir la intensidad del debate a partir de visiones autoritarias, ideas excluyentes o planteos hegemónicos que contradicen el concepto mismo de convivencia fundada en el bien común y en el pluralismo. Por eso, nos preocupa preservar el equilibrio institucional, generando un sistema de controles recíprocos que, sin limitar la capacidad de los gobernantes para ejercer el poder de acuerdo a sus ideas, impida los desbordes y prevenga los abusos. La función del Congreso va más allá de la actividad legislativa: el control democrático asegura la libertad.
El radicalismo jamás sirvió intereses particulares, no se amparó en prácticas corporativas ni generó impunidad para los corruptos. En el acierto o en el error, en la victoria o en la derrota, mantuvo su compromiso con la causa popular. Las elecciones del 23 de Octubre, con Alfonsin y González Fraga, servirá para ratificar y profundizar ese compromiso permanente.

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