El Comité Provincial de la Unión Cívica Radical Distrito Entre Ríos, quiere expresar en primer lugar su solidaridad con la Concejal Talense Claudia Sanchez, quien ejerciendo con responsabilidad el Mandato Popular de la comunidad de Rosario del Tala, es víctima de ataques, persecuciones y aprietes personales e institucionales para silenciar su labor.
En segundo lugar repudiar y denunciar el accionar del gobierno municipal quienes a través de sus representantes en la legislatura local advirtieron en la última sesión del Concejo Deliberante que se realizó el jueves 19 de julio de 2012, que se le aplicará el art. 90 de la Ley 10.027 mediante el cual iniciaran el proceso de remoción del cargo. Denunciamos también un severo ataque a la libertad de expresión y comunicación llevado adelante por el Presidente del Consejo Deliberante y su Secretario, quienes mediante una nota dirigida al Presidente del Comité Departamental de Tala, se le solicita información respecto de la publicación mensual del boletín que emite el Bloque de Concejales Radicales de Tala. La tarea de nuestra concejal, se ajusta perfectamente al rol opositor que la sociedad nos otorgó ya que es la voz de quienes tenían otro modelo de ciudad pero que acatan el veredicto de las urnas, y que de ninguna manera el triunfo da derecho a la soberbia, impunidad y atropello, si no por el contrario, es la sujeción al Estado de Derecho lo que enaltece a los gobernantes. Es ademas una persona de bien, que ha decido involucrase en la actividad política y servir a la sociedad desde una banca en el Concejo, controlando cómo el estado municipal ejerce su función, y presentando al mismo tiempo proyectos alternativos; así es que : Ha presentado pedidos de informes para conocer el destino de los fondos públicos; se ha hecho eco de lo dispuesto en las comunicaciones del Honorable Tribunal de Cuentas de la Provincia donde se requiere la intervención del órgano legislativo para responder a los requerimientos hechos por el Tribunal al Gobierno Municipal mediante Oficio 279. Pero por sobre todas las cosas la Concejal Sánchez ha demostrado su interés, capacidad y preocupación por aportar soluciones a los requerimientos de decenas de vecinos que no encuentran respuestas y presentan situaciones difíciles y comprometidas. Su identificación con los desprotegidos es clara y nos llena de orgullo. Por ultimo este comité Provincial hace responsable político e institucional directamente a las autoridades municipales de la ciudad de Rosario del Tala y a los funcionarios del Gobierno provincial quienes advertidos sobre esta conducta reñida con los principios democráticos, la sana convencía y el entendimiento, no toman intervención para garantizar la plena vigencia de la Constitución Nacional y Provincial en cuanto a los derechos que se están vulnerando en el Municipio de Tala. Instamos al Sr. Gobernador de la Provincia a intervenir directamente o a través de sus ministros, secretarios y demás, a los fines de garantizar la integridad física y moral de esta funcionaria publica que hoy ve amenazada grávemente su tarea en defensa de lo que juró representar y para lo cual fue elegida constitucional y democráticamente.
Leer más...
lunes, 30 de julio de 2012
Solidaridad con la Concejal de Rosario del Tala Claudia Sánchez (UCR)
domingo, 29 de julio de 2012
SIN RUMBO EN POLÍTICA AGROPECUARIA
Por José Antonio Artusi
El sector agropecuario argentino ha sido históricamente la principal fuente de obtención de recursos que han permitido poner en marcha diversos modelos de acumulación. Desde hace algunos años nos hemos visto beneficiados por condiciones favorables del contexto internacional que han determinado alzas sustantivas de los precios de nuestra producción exportable y que han permitido un aumento inusitado de los ingresos fiscales luego de la crisis del 2002. Esta oportunidad, sin embargo, ha sido dilapidada.
No hemos aprovechado como país esta extraordinaria coyuntura, caracterizada por casi una década de crecimiento a tasas elevadas del PBI, para acometer desafíos que en otro momento hubieran sido impensables. No se diversificado en profundidad la estructura productiva, no se ha industrializado el interior, no se ha reformado el Estado de acuerdo a las exigencias de una Nación moderna, no se ha distribuido de manera equitativa el ingreso, y no se han eliminado bolsones críticos de pobreza extrema y marginalidad. Con muchos más ingresos, no puede decirse hoy que la salud pública, la educación, el déficit habitacional, la Justicia o la seguridad estén mejor que en el 2000. Yendo a las políticas específicas del sector agropecuario, ha predominado una visión fiscalista de corto plazo, que lo sitúa en el lugar de proveedor de ingresos fáciles de obtener rápidamente (retenciones a las exportaciones, etc.), como fuente de financiación de políticas públicas que han adoptado un fuerte sesgo centralizador, en detrimento del federalismo fiscal y las autonomías provinciales y municipales. Estas contradicciones quedaron evidenciadas en la “crisis del campo” del 2008, y a partir de ese momento el gobierno y su aparato de propaganda puso en marcha un operativo dialéctico – un “relato” – tendiente a caracterizar a los productores agropecuarios y a su dirigencia gremial como los “malos de la película”, los representantes de una supuesta oligarquía terrateniente empeñada en boicotear los esfuerzos de un gobierno progresista, nacional y popular, que había puesto en marcha un modelo de crecimiento y distribución con inclusión social. Lo que el relato no decía – aunque fue relativamente exitoso, como han sido exitosos otros intentos goebbelianos de distorsionar la realidad – es que esa oligarquía a la que el oficialismo dice enfrentar es en muchos casos su mejor aliado. A la oligarquía reaccionaria de hoy en día no hay que buscarla en el campo. Está en los sectores concentrados de algunas ramas de la agroindustria, en las empresas exportadoras de granos, en el sistema financiero, en el juego, en la minería, en las empresas que se beneficiaron del desgüace del Estado, en el sector petrolero. En todos estos sectores podrán encontrarse personajes que han actuado como fieles compañeros de ruta del kirchnerismo, y que se han visto beneficiados por sus políticas. Sin una verdadera política agropecuaria que incentive la producción y la incorporación de tecnología, planteando falsas antinomias entre la genuina rentabilidad de los productores y los precios de los alimentos en la mesa de los argentinos, poniendo absurdas trabas y restricciones de todo tipo, se ha castigado al sector y se ha generado una profunda incertidumbre en los productores. El doble discurso está a la orden del día. Se plantea, por ejemplo, a través de algunas iniciativas la necesidad de promover la rotación de cultivos para asegurar la sostenibilidad de la producción agrícola, algo que los propios productores conocen perfectamente. Sin embargo, las intervenciones inadecuadas en mercados como el de trigo y maíz logran el efecto absolutamente inverso, potenciando de esta manera la “sojización”, ante la menor rentabilidad de otros cultivos. Por otra parte, estas intervenciones no han sido neutras desde el punto de vista de la distribución de la renta: han ocasionado una transferencia exhorbitante de recursos desde los productores hacia los exportadores y algunos industriales, y no han logrado en absoluto frenar el alza de precios de los alimentos en el mercado interno, a pesar de los intentos del INDEC por dibujar una realidad que sólo existe en sus desacreditadas estadísticas. Como acertadamente ha expresado el Diputado Nacional Jorge Chemes, “el Gobierno le regaló 3000 millones de dólares a cinco multinacionales exportadoras, y ahora resulta que quiere pasar por progresista preocupándose por la rotación". El campo puede y debe constituirse en un elemento clave de crecimiento, generación de empleo genuino y redistribución de la riqueza en serio. Pero para ello hace falta un cambio rotundo en las políticas públicas, e insertar la política agropecuaria en un verdadero plan estratégico de desarrollo sostenible que hoy brilla por su ausencia, aunque se intente disimularlo con relatos, propaganda, demagogia y clientelismo.-
José Antonio Artusi es Presidente del Comité Provincial de la UCR de Entre Ríos y fue Diputado Provincial entre 2007 y 2011.-
Fuente: Revista Campo, El Cronista. Leer más...
El sector agropecuario argentino ha sido históricamente la principal fuente de obtención de recursos que han permitido poner en marcha diversos modelos de acumulación. Desde hace algunos años nos hemos visto beneficiados por condiciones favorables del contexto internacional que han determinado alzas sustantivas de los precios de nuestra producción exportable y que han permitido un aumento inusitado de los ingresos fiscales luego de la crisis del 2002. Esta oportunidad, sin embargo, ha sido dilapidada.
No hemos aprovechado como país esta extraordinaria coyuntura, caracterizada por casi una década de crecimiento a tasas elevadas del PBI, para acometer desafíos que en otro momento hubieran sido impensables. No se diversificado en profundidad la estructura productiva, no se ha industrializado el interior, no se ha reformado el Estado de acuerdo a las exigencias de una Nación moderna, no se ha distribuido de manera equitativa el ingreso, y no se han eliminado bolsones críticos de pobreza extrema y marginalidad. Con muchos más ingresos, no puede decirse hoy que la salud pública, la educación, el déficit habitacional, la Justicia o la seguridad estén mejor que en el 2000. Yendo a las políticas específicas del sector agropecuario, ha predominado una visión fiscalista de corto plazo, que lo sitúa en el lugar de proveedor de ingresos fáciles de obtener rápidamente (retenciones a las exportaciones, etc.), como fuente de financiación de políticas públicas que han adoptado un fuerte sesgo centralizador, en detrimento del federalismo fiscal y las autonomías provinciales y municipales. Estas contradicciones quedaron evidenciadas en la “crisis del campo” del 2008, y a partir de ese momento el gobierno y su aparato de propaganda puso en marcha un operativo dialéctico – un “relato” – tendiente a caracterizar a los productores agropecuarios y a su dirigencia gremial como los “malos de la película”, los representantes de una supuesta oligarquía terrateniente empeñada en boicotear los esfuerzos de un gobierno progresista, nacional y popular, que había puesto en marcha un modelo de crecimiento y distribución con inclusión social. Lo que el relato no decía – aunque fue relativamente exitoso, como han sido exitosos otros intentos goebbelianos de distorsionar la realidad – es que esa oligarquía a la que el oficialismo dice enfrentar es en muchos casos su mejor aliado. A la oligarquía reaccionaria de hoy en día no hay que buscarla en el campo. Está en los sectores concentrados de algunas ramas de la agroindustria, en las empresas exportadoras de granos, en el sistema financiero, en el juego, en la minería, en las empresas que se beneficiaron del desgüace del Estado, en el sector petrolero. En todos estos sectores podrán encontrarse personajes que han actuado como fieles compañeros de ruta del kirchnerismo, y que se han visto beneficiados por sus políticas. Sin una verdadera política agropecuaria que incentive la producción y la incorporación de tecnología, planteando falsas antinomias entre la genuina rentabilidad de los productores y los precios de los alimentos en la mesa de los argentinos, poniendo absurdas trabas y restricciones de todo tipo, se ha castigado al sector y se ha generado una profunda incertidumbre en los productores. El doble discurso está a la orden del día. Se plantea, por ejemplo, a través de algunas iniciativas la necesidad de promover la rotación de cultivos para asegurar la sostenibilidad de la producción agrícola, algo que los propios productores conocen perfectamente. Sin embargo, las intervenciones inadecuadas en mercados como el de trigo y maíz logran el efecto absolutamente inverso, potenciando de esta manera la “sojización”, ante la menor rentabilidad de otros cultivos. Por otra parte, estas intervenciones no han sido neutras desde el punto de vista de la distribución de la renta: han ocasionado una transferencia exhorbitante de recursos desde los productores hacia los exportadores y algunos industriales, y no han logrado en absoluto frenar el alza de precios de los alimentos en el mercado interno, a pesar de los intentos del INDEC por dibujar una realidad que sólo existe en sus desacreditadas estadísticas. Como acertadamente ha expresado el Diputado Nacional Jorge Chemes, “el Gobierno le regaló 3000 millones de dólares a cinco multinacionales exportadoras, y ahora resulta que quiere pasar por progresista preocupándose por la rotación". El campo puede y debe constituirse en un elemento clave de crecimiento, generación de empleo genuino y redistribución de la riqueza en serio. Pero para ello hace falta un cambio rotundo en las políticas públicas, e insertar la política agropecuaria en un verdadero plan estratégico de desarrollo sostenible que hoy brilla por su ausencia, aunque se intente disimularlo con relatos, propaganda, demagogia y clientelismo.-
José Antonio Artusi es Presidente del Comité Provincial de la UCR de Entre Ríos y fue Diputado Provincial entre 2007 y 2011.-
Fuente: Revista Campo, El Cronista. Leer más...
sábado, 28 de julio de 2012
HOMENAJE A RICARDO BALBÍN
El Comité Provincial de la Unión Cívica Radical de Entre Ríos rinde homenaje a la memoria de Ricardo Balbín, a 108 años de su nacimiento, el 29 de Julio de 1904. Recurrimos para recordarlo a una breve reseña de autoría del Dr. Anselmo Marini en 1982.
INTRODUCCIÓN A 'DISCURSOS DE RICARDO BALBÍN'
Ediciones Adelante. Recopilación y selección: Carlos Alberto Giacobone. 1982.
Por ANSELMO MARINI
RICARDO BALBIN no escribió un libro. Podemos decir, en cambio que lo habló, tal vez sin un plan preestablecido, pero siempre atento a circunstancias y acontecimientos de honda significación para la vida cívica de la República, a cuyo servicio consagró la totalidad de sus energías vitales y de su talento político. Ha quedado, sólo entre los que fuimos sus contemporáneos, el recuerdo oral de sus primeras incursiones oratorias, en los entreveros reformistas de los años veinte y de la singular y llamativa elocuencia de sus arrestos tribunicios, en las horas iniciales de su militancia en la Unión Cívica Radical. De haberse conservado su testimonio hubiera servido -sin ninguna duda- como la mejor introducción a ese libro, no escrito, en el que se fue expresando el pensamiento vivo de Ricardo Balbín, formidable luchador en tiempos duros de la Nación, que jamás renunció en su empresa de restauración republicana, a su obstinación por la libertad, a la unión del conjunto nacional y a la defensa de las instituciones, a cuyo amparo nacimos los argentinos y que el radicalismo hizo suyas como punto de partida y meta de su ideario, Estamos de acuerdo con quienes han dicho que Radicalismo y Reforma Universitaria son proposiciones que se complementan en el plano de la ética política y de la idea cultural, porque ello explica la razón por la cual Balbín haya abrazado simultáneamente, desde los inicios de su actuación juvenil, los ideales reformistas y la doctrina de la Unión Cívica Radical. Los contrastes y frustraciones que le tocó padecer en su larga y apasionada lucha, lejos de mellar sus convicciones, fortalecieron su fe para la permanente defensa del sistema democrático. "No han fracasado nuestras instituciones -decía-, y si alguna vez entraron en declinación, lo ha sido precisamente en virtud de haberse impedido que a ellas llegaran, con naturalidad, las voluntades mayoritarias", para subrayar siempre, como justo corolario 'que no habrá realizaciones sino sobre la base fundamental del respeto a la voluntad de los pueblos". Recitó su mensaje de afirmación democrática a lo largo y a lo ancho de la Nación, y lo proyectó al continente y al mundo, cuando pudo hacer oír su voz en foro internacional (Caracas 1976)...Allí afirmó: "No están quebradas las perspectivas de la democracia en América; se podrán equivocar sus dirigentes, pero, la democracia pertenece a la raza de los americanos. El sentido de la libertad no morirá jamás en esta América. Así entiéndanlo cada uno de los hombres y de las mujeres que pueblan nuestras Repúblicas. Sabía, Balbín, que la libertad no se recibe como un regalo y que, antes al contrario, conlleva la obligación indeclinable de combatir por ella. De allí su brega constante y permanente en la que vuelca, con alta inspiración docente, su noble pasión de sembrador de ideas, al servicio de la construcción del país sonado. Su prédica es de tono sencillo y acento patriótico. Lo que es fácil advertir en sus reclamos públicos. Tal el caso de la presentación de su periódico 'Adelante', más de tres décadas atrás, en la que anuncia que lo edita "como una invitación que reclama salir al encuentro de la escuela que eduque para la libertad, de la ciencia al servicio del hombre, de una legislación social que proteja la vida, asegure el trabajo y dignifique al obrero sin disminuirlo, de un ejército con símbolos nacionales, sin divisas pequeñas, Sanmartiniano y democrático, de una economía limpia y leal, de instituciones con jerarquía y sufragio sin deformaciones...". En suma, todo un programa que sigue siendo exigencia del pueblo argentino, expresado con lenguaje llano por un creyente de la democracia que quiere que la educación y la ciencia estén al servicio del hombre y de su libertad, con vigencia del Estado de Derecho y de la justicia social. La unión nacional Balbín fue un soldado de la paz. Llevar la paz a los pueblos, constituye la aspiración suprema de los auténticos hacedores de la historia. Es obra de adalides -Balbín lo fue-. Se opuso a la violencia y predicó la necesidad de la unión nacional. Para lograrla, bien se sabe que es menester diluir antinomias, armonizar opuestos, buscar las coincidencias, sin dejar de respetar las discrepancias. Próceres de nuestra historia, entre ellos Alberdi con sus 'Bases' lo predicaron en su momento; Balbín lo intentó, también, con la 'Asamblea de la Civilidad', con la 'Hora del Pueblo' y en la vigente y esperanzada reunión de los cinco partidos nacionales que conforman la Multipartidaria. Esta actitud de Balbín no fue siempre comprendida. "No fuimos comprendidos y sí criticados, por los que nada hacían", dijo al refundar "Adelante" en 1976, después del golpe militar. Días antes de ese golpe había hablado al país por la cadena de Radio y Televisión. En su discurso reafirmó la necesidad de la unión nacional y bregó en favor de la búsqueda de una solución que hiciera posible la continuación del proceso constitucional: "La bandera de la unión de los argentinos, la vida en paz y sobre todo la defensa de las instituciones, no será abandonada jamás por la Unión Cívica Radical. Hemos usado este lenguaje, este pensamiento y esta acción en todos los turnos de nuestra historia. Lo vamos a seguir haciendo. Podemos reconstruir hoy o no. ¿Tendremos que rehacerlo todo después de la catástrofe? Puede ser que sí. Pero al más incrédulo de estas concepciones le afirmo: si se esperan las ruinas, en las ruinas encontrarán una bandera: No se realizará el país sino sobre la base de unión de los argentinos". Todo lo acontecido después, con la toma del poder político por las fuerzas Armadas es historia conocida, triste y lamentable. A manera de apreciación del estado actual del país, un integrante del primer equipo económico del "Proceso", en un libro reciente, señala que la Argentina marcha a la cabeza, en el orden mundial, en cuanto al coeficiente de inflación, el endeudamiento externo por habitante, la cantidad de quiebras empresarias, el cierre de bancos, el retroceso en la producción industrial, la caída de los salarios reales, la desocupación y otros índices que muestran a nuestra sociedad como azotada por un ciclón que deja solo ruinas a su paso enloquecido. Con lo que queda dicho que, a pesar de las prevenciones de entonces y de las severas advertencias del documento de la multipartidaria del 16 de diciembre último,"Antes que sea tarde", esa catástrofe se ha producido. De aquí en más los argentinos deberemos andar sobre ruinas, en la dura tarea de intentar la reconstrucción de la Nación destruida, conforme con la predicción de Balbín del 16 de marzo de 1976, en su antes recordado discurso, que mereció el descreimiento de muchos y la subestimación de lo soberbios. Por ello hoy, ante el dramático cuadro que nos ofrece la realidad nacional, levantar su bandera, como guía de nuestra acción, asume la fuerza de un mandato imperativo: "no se realizará el país sino sobre la base de la unión de los argentinos". El acento profético de las palabras de Balbín, en las muy difíciles circunstancias históricas en que fueron pronunciadas, pone en evidencia la profundidad de su visión política y las dimensiones de su extraordinaria personalidad. "Fue un hombre de acción, con temperamento de apóstol y vislumbres de profeta" dijo Ricardo Rojas de Sarmiento, al presentar su pensamiento vivo. Bien merece Ricardo Balbín que repitamos para él, ese jerarquizado juicio. Es oportuno decir, a esta altura, que creía en la unión nacional, como una muestra de que se puede convivir y crear en el debate pacífico y de que la Nación sólo será tal si asume la expresión de una comunidad de destino y una solidaridad de intereses y de ideales. Coincidía con Ortega en aquello de que si deseamos en serio la victoria de un país como Nación debemos aunar fuerzas y como decía Renan: excluir toda exclusión. Pudo precisar de mejor manera su pensamiento al señalar -en su oportunidad-, que la 'Hora del pueblo' había exhibido la posibilidad de que los argentinos mostrasen, sin prejuicios, en todo cuanto están de acuerdo. De este modo se prestigia la democracia y se dan bases sólidas de sustentación institucional, que es el principal de los fines perseguidos. Por lógica reacción -decía Balbín- los enemigos naturales pretendieron disminuir ese gesto político atribuyéndole sentido de acuerdo, pacto y especulaciones electorales, cuando lejos de ello la gestión constituyó un alto ejemplo de independencia política, que prestigia a los partidos y destruye los frentes negativos, Sobre este último punto cabe hacer constar que, invariablemente, declaró su rechazo a los acuerdos y los frentes. "Ningún partido debe renunciar a su personalidad y sin perder su individualidad -aclaraba-, los representantes de los diversos sectores en el Congreso de la Nación, podrían lograr la síntesis de las coincidencias en los puntos vitales. La bandera de la unión nacional, no es la de la aparcería política, sino la de la convivencia democrática", señalaba Balbín, para agregar "Esta política tiene por objetivo que los jóvenes en el tiempo que tienen que vivir y que yo no viviré, puedan tener un país, una civilización, un encuentro amable en la noble dialéctica del debate discrepante y no la pelea absurda de todos los días". Estas preocupaciones de Balbín, lejos de ser exclusivas, interpretaban el pensamiento y las inquietudes de los sectores más responsables de la sociedad, tal el caso del Episcopado Argentino que, en su documento último "Camino de Reconciliación', nos dice que "al llamar a la reconciliación nacional está persuadido de que no se trata sólo de lograr la conciliación de puntos de vista divergentes en la organización política del país, sino de curar una enemistad que se va adueñando del espíritu de muchos argentinos. Esa enemistad se ha manifestado en forma creciente: el distanciamiento entre sectores sociales y grupos políticos, la inclinación a la exclusión del contrario, la proscripción positiva del mismo, hasta llegar a su eliminación violenta". Agrega luego: "La reconciliación de que hablamos no supone la uniformidad de las inteligencias en enfocar con una misma opinión todos los aspectos que hacen a la organización del país. Además de imposible ello sería dañoso para la Nación". Más adelante insiste en la necesidad de apaciguar los espíritus, de deponer el odio y de acentuar el diálogo sincero y racional como la única arma aceptable para la lucha política, que más que a la derrota del contrario tienda a lograr la armonía de pensamientos y voluntades . Esta trascripción nos permite advertir su total coincidencia con las ideas de Balbín, a favor de las cuales luchó los últimos 20 años de su actuación pública, desde la alta jerarquía de presidente del Comité Nacional de la U. C .R . Necesidad de una biografía Desde que se produjera la desestabilización de las instituciones que deben regir la vida política de la Nación, como consecuencia del motín militar del año 1930, la presencia de Balbín en el quehacer público nacional, ha sido extraordinariamente notable. Los cargos partidarios que ocupó, su relativamente breve actuación en el Parlamento, su histórica presidencia del bloque de los cuarenta y cuatro, su encarcelamiento, sus candidaturas a gobernador y presidente, son anécdotas y episodios de una larga y fecunda acción, que están aguardando una biografía que haga justicia a una de las figuras de más excepcionales relieves de la política Argentina. Es de lamentar que muchas de sus piezas oratorias se hayan perdido para siempre, como también la asombrosa irradiación de su voz grave y armoniosa, que él manejaba en el discurso con acentos, pausas y afirmaciones que llevaban al desborde emocional. Le había dado a su vida un estilo y un contenido esencial, donde la conducta moral era norma permanente y el deber finalidad suprema. Tuvo admiración por Alem, el soñador; devoción por Yrigoyen el realizador, amistad limpia con Alvear y Pueyrredón, coincidencias con Sabattini, cariño fraternal por Emir Mercader y Crisólogo Larralde, alta consideración por Arturo lIIia y su histórica gestión presidencial y lealtad para todos cuantos lo acompañaron en su empeño de prestigiar la doctrina de la UCR. Podemos decir que cumplió con fidelidad el precepto Yrigoyeneano, que manda ser radical en todo y hasta el fin . Cuando le pidieron en uno de sus últimos reportajes, que hiciera un balance de su vida, respondió con su natural sencillez: "Siempre dije que si naciera de nuevo, haría exactamente lo mismo. Todo lo que hice fue con convencimiento. Con frecuencia he pensado que cumplir con el deber es fácil. Lo importante es saber dónde está el deber. Hice las cosas con todo el amor y la fe que tuve y ese es mi mayor bien".
Dr. ANSELMO MARINI LA PLATA, AGOSTO DE 1982
Fuente: http://ricardobalbin.tripod.com/libros.htm Leer más...
INTRODUCCIÓN A 'DISCURSOS DE RICARDO BALBÍN'
Ediciones Adelante. Recopilación y selección: Carlos Alberto Giacobone. 1982.
Por ANSELMO MARINI
RICARDO BALBIN no escribió un libro. Podemos decir, en cambio que lo habló, tal vez sin un plan preestablecido, pero siempre atento a circunstancias y acontecimientos de honda significación para la vida cívica de la República, a cuyo servicio consagró la totalidad de sus energías vitales y de su talento político. Ha quedado, sólo entre los que fuimos sus contemporáneos, el recuerdo oral de sus primeras incursiones oratorias, en los entreveros reformistas de los años veinte y de la singular y llamativa elocuencia de sus arrestos tribunicios, en las horas iniciales de su militancia en la Unión Cívica Radical. De haberse conservado su testimonio hubiera servido -sin ninguna duda- como la mejor introducción a ese libro, no escrito, en el que se fue expresando el pensamiento vivo de Ricardo Balbín, formidable luchador en tiempos duros de la Nación, que jamás renunció en su empresa de restauración republicana, a su obstinación por la libertad, a la unión del conjunto nacional y a la defensa de las instituciones, a cuyo amparo nacimos los argentinos y que el radicalismo hizo suyas como punto de partida y meta de su ideario, Estamos de acuerdo con quienes han dicho que Radicalismo y Reforma Universitaria son proposiciones que se complementan en el plano de la ética política y de la idea cultural, porque ello explica la razón por la cual Balbín haya abrazado simultáneamente, desde los inicios de su actuación juvenil, los ideales reformistas y la doctrina de la Unión Cívica Radical. Los contrastes y frustraciones que le tocó padecer en su larga y apasionada lucha, lejos de mellar sus convicciones, fortalecieron su fe para la permanente defensa del sistema democrático. "No han fracasado nuestras instituciones -decía-, y si alguna vez entraron en declinación, lo ha sido precisamente en virtud de haberse impedido que a ellas llegaran, con naturalidad, las voluntades mayoritarias", para subrayar siempre, como justo corolario 'que no habrá realizaciones sino sobre la base fundamental del respeto a la voluntad de los pueblos". Recitó su mensaje de afirmación democrática a lo largo y a lo ancho de la Nación, y lo proyectó al continente y al mundo, cuando pudo hacer oír su voz en foro internacional (Caracas 1976)...Allí afirmó: "No están quebradas las perspectivas de la democracia en América; se podrán equivocar sus dirigentes, pero, la democracia pertenece a la raza de los americanos. El sentido de la libertad no morirá jamás en esta América. Así entiéndanlo cada uno de los hombres y de las mujeres que pueblan nuestras Repúblicas. Sabía, Balbín, que la libertad no se recibe como un regalo y que, antes al contrario, conlleva la obligación indeclinable de combatir por ella. De allí su brega constante y permanente en la que vuelca, con alta inspiración docente, su noble pasión de sembrador de ideas, al servicio de la construcción del país sonado. Su prédica es de tono sencillo y acento patriótico. Lo que es fácil advertir en sus reclamos públicos. Tal el caso de la presentación de su periódico 'Adelante', más de tres décadas atrás, en la que anuncia que lo edita "como una invitación que reclama salir al encuentro de la escuela que eduque para la libertad, de la ciencia al servicio del hombre, de una legislación social que proteja la vida, asegure el trabajo y dignifique al obrero sin disminuirlo, de un ejército con símbolos nacionales, sin divisas pequeñas, Sanmartiniano y democrático, de una economía limpia y leal, de instituciones con jerarquía y sufragio sin deformaciones...". En suma, todo un programa que sigue siendo exigencia del pueblo argentino, expresado con lenguaje llano por un creyente de la democracia que quiere que la educación y la ciencia estén al servicio del hombre y de su libertad, con vigencia del Estado de Derecho y de la justicia social. La unión nacional Balbín fue un soldado de la paz. Llevar la paz a los pueblos, constituye la aspiración suprema de los auténticos hacedores de la historia. Es obra de adalides -Balbín lo fue-. Se opuso a la violencia y predicó la necesidad de la unión nacional. Para lograrla, bien se sabe que es menester diluir antinomias, armonizar opuestos, buscar las coincidencias, sin dejar de respetar las discrepancias. Próceres de nuestra historia, entre ellos Alberdi con sus 'Bases' lo predicaron en su momento; Balbín lo intentó, también, con la 'Asamblea de la Civilidad', con la 'Hora del Pueblo' y en la vigente y esperanzada reunión de los cinco partidos nacionales que conforman la Multipartidaria. Esta actitud de Balbín no fue siempre comprendida. "No fuimos comprendidos y sí criticados, por los que nada hacían", dijo al refundar "Adelante" en 1976, después del golpe militar. Días antes de ese golpe había hablado al país por la cadena de Radio y Televisión. En su discurso reafirmó la necesidad de la unión nacional y bregó en favor de la búsqueda de una solución que hiciera posible la continuación del proceso constitucional: "La bandera de la unión de los argentinos, la vida en paz y sobre todo la defensa de las instituciones, no será abandonada jamás por la Unión Cívica Radical. Hemos usado este lenguaje, este pensamiento y esta acción en todos los turnos de nuestra historia. Lo vamos a seguir haciendo. Podemos reconstruir hoy o no. ¿Tendremos que rehacerlo todo después de la catástrofe? Puede ser que sí. Pero al más incrédulo de estas concepciones le afirmo: si se esperan las ruinas, en las ruinas encontrarán una bandera: No se realizará el país sino sobre la base de unión de los argentinos". Todo lo acontecido después, con la toma del poder político por las fuerzas Armadas es historia conocida, triste y lamentable. A manera de apreciación del estado actual del país, un integrante del primer equipo económico del "Proceso", en un libro reciente, señala que la Argentina marcha a la cabeza, en el orden mundial, en cuanto al coeficiente de inflación, el endeudamiento externo por habitante, la cantidad de quiebras empresarias, el cierre de bancos, el retroceso en la producción industrial, la caída de los salarios reales, la desocupación y otros índices que muestran a nuestra sociedad como azotada por un ciclón que deja solo ruinas a su paso enloquecido. Con lo que queda dicho que, a pesar de las prevenciones de entonces y de las severas advertencias del documento de la multipartidaria del 16 de diciembre último,"Antes que sea tarde", esa catástrofe se ha producido. De aquí en más los argentinos deberemos andar sobre ruinas, en la dura tarea de intentar la reconstrucción de la Nación destruida, conforme con la predicción de Balbín del 16 de marzo de 1976, en su antes recordado discurso, que mereció el descreimiento de muchos y la subestimación de lo soberbios. Por ello hoy, ante el dramático cuadro que nos ofrece la realidad nacional, levantar su bandera, como guía de nuestra acción, asume la fuerza de un mandato imperativo: "no se realizará el país sino sobre la base de la unión de los argentinos". El acento profético de las palabras de Balbín, en las muy difíciles circunstancias históricas en que fueron pronunciadas, pone en evidencia la profundidad de su visión política y las dimensiones de su extraordinaria personalidad. "Fue un hombre de acción, con temperamento de apóstol y vislumbres de profeta" dijo Ricardo Rojas de Sarmiento, al presentar su pensamiento vivo. Bien merece Ricardo Balbín que repitamos para él, ese jerarquizado juicio. Es oportuno decir, a esta altura, que creía en la unión nacional, como una muestra de que se puede convivir y crear en el debate pacífico y de que la Nación sólo será tal si asume la expresión de una comunidad de destino y una solidaridad de intereses y de ideales. Coincidía con Ortega en aquello de que si deseamos en serio la victoria de un país como Nación debemos aunar fuerzas y como decía Renan: excluir toda exclusión. Pudo precisar de mejor manera su pensamiento al señalar -en su oportunidad-, que la 'Hora del pueblo' había exhibido la posibilidad de que los argentinos mostrasen, sin prejuicios, en todo cuanto están de acuerdo. De este modo se prestigia la democracia y se dan bases sólidas de sustentación institucional, que es el principal de los fines perseguidos. Por lógica reacción -decía Balbín- los enemigos naturales pretendieron disminuir ese gesto político atribuyéndole sentido de acuerdo, pacto y especulaciones electorales, cuando lejos de ello la gestión constituyó un alto ejemplo de independencia política, que prestigia a los partidos y destruye los frentes negativos, Sobre este último punto cabe hacer constar que, invariablemente, declaró su rechazo a los acuerdos y los frentes. "Ningún partido debe renunciar a su personalidad y sin perder su individualidad -aclaraba-, los representantes de los diversos sectores en el Congreso de la Nación, podrían lograr la síntesis de las coincidencias en los puntos vitales. La bandera de la unión nacional, no es la de la aparcería política, sino la de la convivencia democrática", señalaba Balbín, para agregar "Esta política tiene por objetivo que los jóvenes en el tiempo que tienen que vivir y que yo no viviré, puedan tener un país, una civilización, un encuentro amable en la noble dialéctica del debate discrepante y no la pelea absurda de todos los días". Estas preocupaciones de Balbín, lejos de ser exclusivas, interpretaban el pensamiento y las inquietudes de los sectores más responsables de la sociedad, tal el caso del Episcopado Argentino que, en su documento último "Camino de Reconciliación', nos dice que "al llamar a la reconciliación nacional está persuadido de que no se trata sólo de lograr la conciliación de puntos de vista divergentes en la organización política del país, sino de curar una enemistad que se va adueñando del espíritu de muchos argentinos. Esa enemistad se ha manifestado en forma creciente: el distanciamiento entre sectores sociales y grupos políticos, la inclinación a la exclusión del contrario, la proscripción positiva del mismo, hasta llegar a su eliminación violenta". Agrega luego: "La reconciliación de que hablamos no supone la uniformidad de las inteligencias en enfocar con una misma opinión todos los aspectos que hacen a la organización del país. Además de imposible ello sería dañoso para la Nación". Más adelante insiste en la necesidad de apaciguar los espíritus, de deponer el odio y de acentuar el diálogo sincero y racional como la única arma aceptable para la lucha política, que más que a la derrota del contrario tienda a lograr la armonía de pensamientos y voluntades . Esta trascripción nos permite advertir su total coincidencia con las ideas de Balbín, a favor de las cuales luchó los últimos 20 años de su actuación pública, desde la alta jerarquía de presidente del Comité Nacional de la U. C .R . Necesidad de una biografía Desde que se produjera la desestabilización de las instituciones que deben regir la vida política de la Nación, como consecuencia del motín militar del año 1930, la presencia de Balbín en el quehacer público nacional, ha sido extraordinariamente notable. Los cargos partidarios que ocupó, su relativamente breve actuación en el Parlamento, su histórica presidencia del bloque de los cuarenta y cuatro, su encarcelamiento, sus candidaturas a gobernador y presidente, son anécdotas y episodios de una larga y fecunda acción, que están aguardando una biografía que haga justicia a una de las figuras de más excepcionales relieves de la política Argentina. Es de lamentar que muchas de sus piezas oratorias se hayan perdido para siempre, como también la asombrosa irradiación de su voz grave y armoniosa, que él manejaba en el discurso con acentos, pausas y afirmaciones que llevaban al desborde emocional. Le había dado a su vida un estilo y un contenido esencial, donde la conducta moral era norma permanente y el deber finalidad suprema. Tuvo admiración por Alem, el soñador; devoción por Yrigoyen el realizador, amistad limpia con Alvear y Pueyrredón, coincidencias con Sabattini, cariño fraternal por Emir Mercader y Crisólogo Larralde, alta consideración por Arturo lIIia y su histórica gestión presidencial y lealtad para todos cuantos lo acompañaron en su empeño de prestigiar la doctrina de la UCR. Podemos decir que cumplió con fidelidad el precepto Yrigoyeneano, que manda ser radical en todo y hasta el fin . Cuando le pidieron en uno de sus últimos reportajes, que hiciera un balance de su vida, respondió con su natural sencillez: "Siempre dije que si naciera de nuevo, haría exactamente lo mismo. Todo lo que hice fue con convencimiento. Con frecuencia he pensado que cumplir con el deber es fácil. Lo importante es saber dónde está el deber. Hice las cosas con todo el amor y la fe que tuve y ese es mi mayor bien".
Dr. ANSELMO MARINI LA PLATA, AGOSTO DE 1982
Fuente: http://ricardobalbin.tripod.com/libros.htm Leer más...
LA POLÍTICA ENERGÉTICA DEL GOBIERNO NACIONAL HA SIDO DESASTROSA
Por José Antonio Artusi
El gobernador Sergio Urribarri ha expresado que “tenemos una política energética porque somos un país soberano” y ha afirmado que “llegó el momento de recuperar nuestro autoabastecimiento y de asegurar el funcionamiento armónico de las etapas de exploración, explotación, industrialización, transporte y comercialización en una única estrategia nacional, a favor del país y de los 40 millones de Argentinos”.
Lamentablemente, nos vemos obligados a refutar las incoherencias y contradicciones del discurso oficialista.
Lo que el Sr. Gobernador parece no recordar es fue durante un gobierno peronista en la década del 90 que se entregaron y extranjerizaron las herramientas estratégicas que eran YPF y Gas del Estado, que habián permitido durante décadas aplicar la renta petrolera al servicio del desarrollo de nuestra infraestructura energética y vial. Omite también que quienes hoy gobiernan fueron activos impulsores de esa política antinacional, que permitió que empresas extranjeras exploten irracionalmente nuestros recursos y envíen al exterior las ganancias, producto de un sistema extractivista que bien ha sido comparado con el saqueo de las minas de Potosí en tiempos de la colonia. Tampoco recuerda el Gobernador Urribarri que fue el Presidente Kirchner que impulsó una legislación que - de la mano de una incorrecta interpretación de la Constitución Nacional - dejó en manos de las provincias la potestad de otorgar concesiones de explotación de los yacimientos, algo que ningún país del mundo permite. Ha dicho el Sr. Gobernador que “las empresas extranjeras que vengan a invertir están bienvenidas, pero no podrán seguir llevándose el 90 por ciento de las utilidades fuera del país, como lo hacía Repsol, produciendo un verdadero vaciamiento de nuestra energía”. Sólo cabría agregar, "a confesión de parte, relevo de prueba". Pocas veces se ha admitido tan claramente que avalaron y consintieron un saqueo descarado de nuestros recursos por parte de una empresa extranjera. Por otra parte, tampoco se recuerda que fue con esa empresa que la Provincia firmó durante su anterior mandato un contrato que denunciamos en su oportunidad, aún antes de tener en la provincia una pésima ley de hidrocarburos, que debería ser derogada de inmediato. Si hemos perdido el autoabastecimiento y el manejo de nuestros recursos estratégicos es a causa de una política antinacional que se inició con Menem y continuó con Kirchner, y que en muchos aspectos aún continúa, a pesar de los golpes de efecto y de la insuficiente expropiación de parte del paquete accionario de YPF. Nada se dice acerca del resto de las empresas extranjeras, y menos se recuerda que la ley de expropiación perjudica claramente a las provincias no productoras como la nuestra, ya que hemos resignado en manos de las provincias productoras un cuarto del paquete accionario de la empresa YPF, sin ninguna justificación, ya que YPF fue siempre una empresa nacional que se financió y engrandeció durante décadas con el aporte de todos los argentinos. La única forma de recuperar en serio la soberanía energética y el manejo de nuestros recursos es sancionar una nueva ley de petróleo, tal como han propuesto legisladores nacionales de la Unión Cívica Radical, volviendo a tener una YPF estatal y una verdadera política nacional. El artículo 1º del mencionado proyecto de ley establece que "la soberanía energética de la Nación tendrá una matriz independiente de todo requerimiento externo. En virtud de ello los yacimientos de hidrocarburos sólidos, líquidos y gaseosos existentes en el territorio de la República Argentina, Antártida e islas del Atlántico Sur y la plataforma continental, constituyen bienes estratégicos y son patrimonio inalienable e imprescriptible de la Nación Argentina. Las provincias en cuyo territorio se encuentren tienen el dominio originario, conforme el artículo 124 de la Constitución, siendo el dominio jurisdiccional del Estado Nacional." Hasta tanto no volvamos a tener una política en este sentido, sólo veremos fuegos de artificio y discursos para la tribuna.-
José Antonio Artusi fue Diputado Provincial (UCR) y actualmente preside el Comité Provincial de la UCR de Entre Ríos.- Leer más...
El gobernador Sergio Urribarri ha expresado que “tenemos una política energética porque somos un país soberano” y ha afirmado que “llegó el momento de recuperar nuestro autoabastecimiento y de asegurar el funcionamiento armónico de las etapas de exploración, explotación, industrialización, transporte y comercialización en una única estrategia nacional, a favor del país y de los 40 millones de Argentinos”.
Lamentablemente, nos vemos obligados a refutar las incoherencias y contradicciones del discurso oficialista.
Lo que el Sr. Gobernador parece no recordar es fue durante un gobierno peronista en la década del 90 que se entregaron y extranjerizaron las herramientas estratégicas que eran YPF y Gas del Estado, que habián permitido durante décadas aplicar la renta petrolera al servicio del desarrollo de nuestra infraestructura energética y vial. Omite también que quienes hoy gobiernan fueron activos impulsores de esa política antinacional, que permitió que empresas extranjeras exploten irracionalmente nuestros recursos y envíen al exterior las ganancias, producto de un sistema extractivista que bien ha sido comparado con el saqueo de las minas de Potosí en tiempos de la colonia. Tampoco recuerda el Gobernador Urribarri que fue el Presidente Kirchner que impulsó una legislación que - de la mano de una incorrecta interpretación de la Constitución Nacional - dejó en manos de las provincias la potestad de otorgar concesiones de explotación de los yacimientos, algo que ningún país del mundo permite. Ha dicho el Sr. Gobernador que “las empresas extranjeras que vengan a invertir están bienvenidas, pero no podrán seguir llevándose el 90 por ciento de las utilidades fuera del país, como lo hacía Repsol, produciendo un verdadero vaciamiento de nuestra energía”. Sólo cabría agregar, "a confesión de parte, relevo de prueba". Pocas veces se ha admitido tan claramente que avalaron y consintieron un saqueo descarado de nuestros recursos por parte de una empresa extranjera. Por otra parte, tampoco se recuerda que fue con esa empresa que la Provincia firmó durante su anterior mandato un contrato que denunciamos en su oportunidad, aún antes de tener en la provincia una pésima ley de hidrocarburos, que debería ser derogada de inmediato. Si hemos perdido el autoabastecimiento y el manejo de nuestros recursos estratégicos es a causa de una política antinacional que se inició con Menem y continuó con Kirchner, y que en muchos aspectos aún continúa, a pesar de los golpes de efecto y de la insuficiente expropiación de parte del paquete accionario de YPF. Nada se dice acerca del resto de las empresas extranjeras, y menos se recuerda que la ley de expropiación perjudica claramente a las provincias no productoras como la nuestra, ya que hemos resignado en manos de las provincias productoras un cuarto del paquete accionario de la empresa YPF, sin ninguna justificación, ya que YPF fue siempre una empresa nacional que se financió y engrandeció durante décadas con el aporte de todos los argentinos. La única forma de recuperar en serio la soberanía energética y el manejo de nuestros recursos es sancionar una nueva ley de petróleo, tal como han propuesto legisladores nacionales de la Unión Cívica Radical, volviendo a tener una YPF estatal y una verdadera política nacional. El artículo 1º del mencionado proyecto de ley establece que "la soberanía energética de la Nación tendrá una matriz independiente de todo requerimiento externo. En virtud de ello los yacimientos de hidrocarburos sólidos, líquidos y gaseosos existentes en el territorio de la República Argentina, Antártida e islas del Atlántico Sur y la plataforma continental, constituyen bienes estratégicos y son patrimonio inalienable e imprescriptible de la Nación Argentina. Las provincias en cuyo territorio se encuentren tienen el dominio originario, conforme el artículo 124 de la Constitución, siendo el dominio jurisdiccional del Estado Nacional." Hasta tanto no volvamos a tener una política en este sentido, sólo veremos fuegos de artificio y discursos para la tribuna.-
José Antonio Artusi fue Diputado Provincial (UCR) y actualmente preside el Comité Provincial de la UCR de Entre Ríos.- Leer más...
viernes, 27 de julio de 2012
HOMENAJE A OSVALDO ALVAREZ GUERRERO
El Comité Provincial de la Unión Cívica Radical de Entre Ríos rinde homenaje a la memoria de Osvaldo Alvarez Guerrero, al cumplirse 4 años de su muerte.
A modo de recordatorio de su vida y de su obra, publicamos la reseña que redactara Gustavo Calleja a un año de su fallecimiento para la revista Ciudadanos.
RECUERDOS DEL CREADOR Y DIRECTOR DE “CIUDADANOS”: OSVALDO ÁLVAREZ GUERRERO
Por Gustavo A. Calleja, Presidente de la Fundación Arturo Illia para la Democracia y la Paz
El 28 de julio del corriente año se cumplirá un año de la desaparición de Osvaldo Álvarez Guerrero. En esos tristes días, además de expresar que nos había dejado “una gran persona y un mejor amigo”, señalé “que se ha ido el más importante historiador y teórico del Radicalismo” y que “sus libros, artículos e Informes Políticos de la Fundación Illia se detacaban por su agudeza y claridad” Conjuntamente con Sergio Karakachoff constituían los intelectuales más profundos de la llamada década del sesenta. Sergio y Osvaldo fueron mis amigos; tenían en común su formación ideológica y la elección de sus maestros –Hipólito Yrigoyen, Moisés Lebenshon y Arturo Illia- y nunca dejaron de ser militantes en el más puro concepto del término que debe entenderse, en cuanto su significado, como la práctica social, que implica descartar actividades personales en pos de actuar para cambiar un presente que no se comparte. Refiriéndose Osvaldo, hago propias las palabras de un amigo común –Francisco Orruma- quien me expresó que “El sistema y la estructura no era que no lo le resultaron propicios, sino que eran una farsa montada para los que se pensaban que la militancia era la interna. Estuvo muy por encima de todo eso”. Al igual que Lebenshon, que nos dejó el diario Democracia y sus discursos y Sergio, padre de En Lucha cuyos contenidos fueron determinantes en su asesinato, Osvaldo entendía que era imprescindible volcar sus ideas a través de publicaciones: Para el, resultaba inexplicable la carencia órganos oficiales partidarios. No me equivoco si afirmo que sus opiniones escritas se dedicaron a cubrir tal faltante y sus obras serán básicas para todos aquellos que quieran entender la acción republicana del Radicalismo. Los trabajos de Osvaldo sobre Alem, Yrigoyen, Lebenshon e Illia son de una claridad y comprensión que supera ampliamente el recuerdo de estos grandes argentinos. Además, hasta sus últimos días seguía actualizando su formación teórica; por ejemplo, en una de las últimas y frecuentes charlas que manteníamos sobre la UCR y el petróleo, me expresó que el haber estudiado el radicalismo a través de los libros de Gabriel Del Mazo, habíamos olvidado, y consecuentemente desvalorizado, analizar la gestión de Marcelo T. de Alvear en el desarrollo de YPF. Para Osvaldo ser necesario diferenciar la característica esencialmente krausistas de la Unión Cívica Radical, cual elemento distintivo de otros movimientos o partidos actuantes verbalmente ubicados en lo que hoy se denomina “el campo popular” o “el progresismo”; así lo indica el título de su primer libro: “Política y Ética Social. Yrigoyen y el Krausismo” (1986). Solía repetir en sus charlas la frase de Yrigoyen al Presidente de los EEUU “Los hombres son sagrados para los hombres y los pueblos para los pueblos”. Todos aquellos que deseen estudiar en profundidad los orígenes y las características –y por supuesto las diferencias- de los dos movimientos populares más importantes de nuestra historia, no podrán eludir la lectura de “Las Máscaras del Poder-Lebenshon y Cooke” que publicó en 1991. Siendo Presidente de la Fundación Illia, creó la revista-libro “Ciudadanos. Revista de Crítica Política y Propuesta”; Como el mismo decía, cada número está dedicado a un tema central, al que deben referirse los estudiosos y académicos invitados, que seleccionaba dentro del pensamiento progresista y democrático. La mera enunciación de los títulos muestran la importancia que Osvaldo les otorgaba dentro de su comprensión global donde ubicaba a la Argentina: “Ajuste o Democracia”, “Los Problemas Argentinos”, “Los Saberes del Político y los Políticos del Saber”, “La Revolución”, “Impactos del Imperio”, “Emancipación y Soberanía”, “El Futuro”, “Las Desigualdades” y “La Traición”. El prestigio de Osvaldo y la colaboración de Graciela Frigerio, hizo que autores extranjeros y nacionales de la valía de Alain Badiu. E. Tassin, Celso Furtado, Pierre Salama, Michel Parenti, Edgar Montiel, Francisco Jarauta, Stephane Douailler, Patrice Verneren, Klaus Diersmaier, Guillermo Vitelli, Hugo Biaggini, José Villadeamigo, Alcira Argumedo, José Eidelman, entre otros, escribieran sus opiniones. Además, los trabajos históricos puntualmente elegidos, nos muestran a Bernardo Grinspun, Alejandro Olmos, Moisés Lebenshon, Hipólito Yrigoyen, Julio Oyhanarte, Juan Domingo Perón, Arturo Illia y Crisólogo Larralde. Ciudadanos se convirtió en una de las mejores publicaciones políticas de los últimos tiempos. Como las grandes obras, no alcanza con leerla, hay que estudiarla para poder comprender las cosas que nos pasan y los caminos necesarios para reencauzar la república democrática. El presente número de Ciudadanos constituye un homenaje a Osvaldo. Fue dirigido por Graciela Frigerio que, además de ser su esposa, fue su gran amiga y colaboradora; Graciela, con su dedicación ha concretado el pedido de muchos de sus discípulos. De uno de ellos, Daniel Dibene, he extraído la siguiente frase: “Dicen, desde adentro de la política, que son necesarios más cuadros militantes que se hayan formado en el análisis de la realidad. Pero para la formación son necesarios los maestros. Con Osvaldo hemos perdido al más grande, porque no sólo enseñó con palabras, sino con hechos. Pero está claro que las conductas no se comentan. Sencillamente se imitan. Eso sería hacer lo que se debe.” Julio de 2009 Leer más...
A modo de recordatorio de su vida y de su obra, publicamos la reseña que redactara Gustavo Calleja a un año de su fallecimiento para la revista Ciudadanos.
RECUERDOS DEL CREADOR Y DIRECTOR DE “CIUDADANOS”: OSVALDO ÁLVAREZ GUERRERO
Por Gustavo A. Calleja, Presidente de la Fundación Arturo Illia para la Democracia y la Paz
El 28 de julio del corriente año se cumplirá un año de la desaparición de Osvaldo Álvarez Guerrero. En esos tristes días, además de expresar que nos había dejado “una gran persona y un mejor amigo”, señalé “que se ha ido el más importante historiador y teórico del Radicalismo” y que “sus libros, artículos e Informes Políticos de la Fundación Illia se detacaban por su agudeza y claridad” Conjuntamente con Sergio Karakachoff constituían los intelectuales más profundos de la llamada década del sesenta. Sergio y Osvaldo fueron mis amigos; tenían en común su formación ideológica y la elección de sus maestros –Hipólito Yrigoyen, Moisés Lebenshon y Arturo Illia- y nunca dejaron de ser militantes en el más puro concepto del término que debe entenderse, en cuanto su significado, como la práctica social, que implica descartar actividades personales en pos de actuar para cambiar un presente que no se comparte. Refiriéndose Osvaldo, hago propias las palabras de un amigo común –Francisco Orruma- quien me expresó que “El sistema y la estructura no era que no lo le resultaron propicios, sino que eran una farsa montada para los que se pensaban que la militancia era la interna. Estuvo muy por encima de todo eso”. Al igual que Lebenshon, que nos dejó el diario Democracia y sus discursos y Sergio, padre de En Lucha cuyos contenidos fueron determinantes en su asesinato, Osvaldo entendía que era imprescindible volcar sus ideas a través de publicaciones: Para el, resultaba inexplicable la carencia órganos oficiales partidarios. No me equivoco si afirmo que sus opiniones escritas se dedicaron a cubrir tal faltante y sus obras serán básicas para todos aquellos que quieran entender la acción republicana del Radicalismo. Los trabajos de Osvaldo sobre Alem, Yrigoyen, Lebenshon e Illia son de una claridad y comprensión que supera ampliamente el recuerdo de estos grandes argentinos. Además, hasta sus últimos días seguía actualizando su formación teórica; por ejemplo, en una de las últimas y frecuentes charlas que manteníamos sobre la UCR y el petróleo, me expresó que el haber estudiado el radicalismo a través de los libros de Gabriel Del Mazo, habíamos olvidado, y consecuentemente desvalorizado, analizar la gestión de Marcelo T. de Alvear en el desarrollo de YPF. Para Osvaldo ser necesario diferenciar la característica esencialmente krausistas de la Unión Cívica Radical, cual elemento distintivo de otros movimientos o partidos actuantes verbalmente ubicados en lo que hoy se denomina “el campo popular” o “el progresismo”; así lo indica el título de su primer libro: “Política y Ética Social. Yrigoyen y el Krausismo” (1986). Solía repetir en sus charlas la frase de Yrigoyen al Presidente de los EEUU “Los hombres son sagrados para los hombres y los pueblos para los pueblos”. Todos aquellos que deseen estudiar en profundidad los orígenes y las características –y por supuesto las diferencias- de los dos movimientos populares más importantes de nuestra historia, no podrán eludir la lectura de “Las Máscaras del Poder-Lebenshon y Cooke” que publicó en 1991. Siendo Presidente de la Fundación Illia, creó la revista-libro “Ciudadanos. Revista de Crítica Política y Propuesta”; Como el mismo decía, cada número está dedicado a un tema central, al que deben referirse los estudiosos y académicos invitados, que seleccionaba dentro del pensamiento progresista y democrático. La mera enunciación de los títulos muestran la importancia que Osvaldo les otorgaba dentro de su comprensión global donde ubicaba a la Argentina: “Ajuste o Democracia”, “Los Problemas Argentinos”, “Los Saberes del Político y los Políticos del Saber”, “La Revolución”, “Impactos del Imperio”, “Emancipación y Soberanía”, “El Futuro”, “Las Desigualdades” y “La Traición”. El prestigio de Osvaldo y la colaboración de Graciela Frigerio, hizo que autores extranjeros y nacionales de la valía de Alain Badiu. E. Tassin, Celso Furtado, Pierre Salama, Michel Parenti, Edgar Montiel, Francisco Jarauta, Stephane Douailler, Patrice Verneren, Klaus Diersmaier, Guillermo Vitelli, Hugo Biaggini, José Villadeamigo, Alcira Argumedo, José Eidelman, entre otros, escribieran sus opiniones. Además, los trabajos históricos puntualmente elegidos, nos muestran a Bernardo Grinspun, Alejandro Olmos, Moisés Lebenshon, Hipólito Yrigoyen, Julio Oyhanarte, Juan Domingo Perón, Arturo Illia y Crisólogo Larralde. Ciudadanos se convirtió en una de las mejores publicaciones políticas de los últimos tiempos. Como las grandes obras, no alcanza con leerla, hay que estudiarla para poder comprender las cosas que nos pasan y los caminos necesarios para reencauzar la república democrática. El presente número de Ciudadanos constituye un homenaje a Osvaldo. Fue dirigido por Graciela Frigerio que, además de ser su esposa, fue su gran amiga y colaboradora; Graciela, con su dedicación ha concretado el pedido de muchos de sus discípulos. De uno de ellos, Daniel Dibene, he extraído la siguiente frase: “Dicen, desde adentro de la política, que son necesarios más cuadros militantes que se hayan formado en el análisis de la realidad. Pero para la formación son necesarios los maestros. Con Osvaldo hemos perdido al más grande, porque no sólo enseñó con palabras, sino con hechos. Pero está claro que las conductas no se comentan. Sencillamente se imitan. Eso sería hacer lo que se debe.” Julio de 2009 Leer más...
domingo, 15 de julio de 2012
YRIGOYEN Y EL PETRÓLEO
Por Gustavo Calleja
Este breve repaso de las ideas de Yrigoyen y su proyección a la actualidad, es un reconocimiento a quien fuera el más grande Presidente de la Argentina. También un llamado de atención para que los radicales no nos conformemos con “parches” al modelo energético neoliberal vigente.
Hipólito Yrigoyen es recordado generalmente como el primer presidente elegido por la voluntad popular libremente expresada y por ser uno de los fundadores de la Unión Cívica Radical; en menor escala, aunque en éstos tiempos, con la suave nacionalización de YPF SA concretada por el gobierno de la Presidente Fernández de Kirchner, con sentido de apropiación, se lo señala como definidor de una política petrolera con sentido nacional y estatal y creador de Yacimientos Petrolíferos Fiscales. y casi no se mencionan: a) el inicio de la mediación en la relaciones laborales y sus fallos favorables a los trabajadores y sus leyes específicas; b) el prestigio internacional logrado por la neutralidad argentina –nunca declarada por ser el estado natural entre las naciones- en la primera guerra mundial, la posición contraria a la forma de desigualdad entre vencedores y vencidos que adoptó la Sociedad de las Naciones, los límites y las lecciones de convivencia de las naciones que supo señalarles a los EEUU, el reconocimiento a la soberanía de los dominicanos ante la invasión norteamericana, el apoyo a la hermana República del Uruguay ante potenciales agresiones de Brasil; c) el sensacional desarrollo de la educación popular y su apoyo a la Reforma Universitaria; d) la priorización del transporte ferroviario estatal; etc…Es común entre algunos historiadores, especialmente los de origen o simpatías peronistas o lucrativistas mediáticos en extremo, olvidarse de la importancia del tema petrolero en su derrocamiento, como también sólo recuerdan los lamentables y serios incidentes de La Forestal, los talleres Vasena y las huelgas de la Patagonia, en los que tuvieron especial participación los poderes empresarios agrarios e industriales, los anarquistas violentos para los cuales existen crímenes buenos y malos, y los grupos de choque de la derecha política. Sin desconocer las inquietudes de quienes lo precedieron (José Figueroa Alcorta y Roque Saenz Peña), Yrigoyen fue el primero en comprender en su real significado el tema petrolero y, especialmente, la importancia de su explotación exclusiva y soberana por parte del Estado Nacional, en cuanto a la captura de las rentas derivadas y su inversión en pos de la elevación del nivel de vida de los desposeídos, el crecimiento industrial con su paralela ruptura del modelo de la dependencia no competitiva vigente con Inglaterra y la ocupación efectiva del territorio nacional en base a la explotación integral de los hidrocarburos y a la efectiva presencia del poder nacional. Como sostiene Ricardo Rojas, era conciente que necesitaba las riquezas del subsuelo para hacer realidad una de sus más claras premisas: “La democracia no consiste sólo en la garantía de la libertad política; entraña a la vez la posibilidad para todos de poder alcanzar un mínimo de felicidad siquiera”. Es él quien profundiza la concepción del tema petrolero como una Cuestión de Estado, pero le agrega la necesaria implementación de una Política de Estado, con la nacionalización del subsuelo y el monopolio de Y.P.F.. Interesa señalar que los lineamientos de política energética enunciados por Yrigoyen siguen vigentes en la mayoría de los países del mundo: bien estratégico vinculado a los intereses vitales de las naciones; de allí las guerras recientes en Irak y Asia Central, la recreación del poder político en Rusia en base a la recuperación de las empresas energéticas privatizadas y la importancia política adquirida por la OPEP. También lo estuvieron en Argentina hasta el advenimiento de la gestión peronista de Carlos Menem en 1989 y siguen en plena aplicación, con la excepción de la reciente nacionalización del 51 % del capital social de YPF SA, una empresa que solo administra, aproximadamente, el 30 % de la producción de hidrocarburos del país, dentro de un modelo al que la Presidenta denomina mixto, que nada tiene que ver son el creado por Yrigoyen y aplicado por el Radicalismo. Asimismo, son esos principios básicos los que, continuados por quienes le sucedieron en posiciones decisorias, algunos sus discípulos, permitieron a la Argentina lograr no solamente un avanzado grado de desarrollo económico y equidad social, sino también construir hasta 1989 la casi totalidad de la infraestructura energética –reservas, ductos troncales y auxiliares, represas hidroeléctricas- y vial y la colonización de zonas desérticas como la Patagonia, a la par que permitían el financiamiento de los servicios públicos esenciales, tales como electricidad y transporte. El reciente caso de Brasil, donde mediante la aplicación constante de un modelo nacional, estatal, racional y centralizado en Petrobrás –creada por el General Horta Barboza en 1945 a imagen y semejanza de nuestra YPF- llegan al descubrimiento de grandes reservas off-shore, que son medianas para el nivel mundial pero muy importantes para ellos, que provoca la decisión del Presidente Lula de utilizar esos recursos para su desarrollo interno, postergando sus exportaciones como pretendían las multinacionales del sector, constituyen un claro ejemplo de la vigencia de las políticas yrigoyenistas. Similar es el caso de Bolivia, donde por primera vez en su historia el pueblo participa de los beneficios de su riqueza gasífera, pues de consumir internamente menos del 2 % pasaron al 15 %, privilegiándolo por sobre sus exportaciones. A fines del Siglo XIX y principios del XX se produce en EEUU y Europa el cambio de las funciones del petróleo que deja de ser un aceite iluminante para convertirse en una materia prima-poder; ayudan, a su modo, el descubrimiento de las lámparas incandescentes por parte de Thomas A. Edison y el desarrollo de los motores de combustión interna en Alemania. Son los marinos de guerra ingleses encabezados por su jefe Winston Churchil quienes antes del inicio de la Primera Guerra Mundial reemplazan en su flota al carbón por el petróleo y son imitados de inmediato por los norteamericanos, obteniendo óptimos resultados en la contienda. También es Churchil quien en 1914 adquiere para Gran Bretaña el 50 % de la Anglo-Persian, transformada posteriormente en British Petroleum. Hoy, esta petrolera es socia de Bridas en Pan American Energy, que explota actualmente, en condiciones leoninas y hasta el año 2.047, el más importante yacimiento argentino: Cerro Dragón, que en sus orígenes fue entregado contractualmente por Arturo Frondizi a Amoco –con el apoyo del “patriota” Raúl Scalabrini Ortiz (ver sus opiniones en la obra “Forjando una Nación” editado por la Universidad Nacional de Lanús-, anulado por Illia y reivindicado por Onganía. Sin dudas, la influencia inglesa sobre nuestros marinos fue decisiva en la explotación estatal de las reservas de Comodoro Rivadavia descubiertas en 1907. Tampoco podemos dejar de mencionar como precursores a Jorge Newbery, quien escribió el primer libro argentino sobre petróleo y al Perito Francisco P. Moreno. Julio A Roca y Nicolás Avellaneda son los responsables del Código de Minería que provincializó el subsuelo –que era nacional desde la Revolución de Mayo, pues pertenecía a la Corona española y por ende no existían las provincias en cuanto entes autónomos- prohibía la explotación estatal del mismo y entregaba concesiones sin límite temporal (algunas aún vigentes); era lo mismo que entregárselo a las petroleras. Roca, además de repartir el suelo entre sus amigos y su familia, también se encargó de facilitar el irrestricto acceso al subsuelo, tanto a las mineras como a las petroleras, entre las que se destacaban la Standard Oil, la Royal Dutch-Shell, la Anglo Persian y la Texaco, todas con sus respectivos testaferros. El descubrimiento del petróleo de 1907 y las circunstancias que recién hemos mencionado, dan nacimiento a una política nacional sobre los yacimientos, pues el conservador José Figueroa Alcorta decreta de inmediato la creación de una Reserva estatal sobre los mismos; utiliza para ellos la Ley de Tierras, gestada en la gestión de Roca. Roque Saenz Peña, a instancias de su Ministro de Marina Saenz Valiente crea en 1912 la Dirección General de Explotación de Petróleo de Comodoro Rivadavia. Al frente de esta repartición el Ing. Luis Huergo, denuncia en 1913 las maniobras de la Standard Oil tendientes a impedir la explotación estatal, mediante la obtención de concesiones sindicalizadas e inoperantes temporariamente (los citados permisos de cateo), que abarcaban gran parte del territorio nacional y la casi totalidad de los territorios nacionales, en especial la Patagonia. Esta maniobra comienza a ser revertida por Yrigoyen, pero son Marcelo T. de Alvear y su Ministro Tomás Le Breton quienes, mediante dos decretos de 1924, las eliminan, a instancias del Director General de Y.P.F. Gral e Ing. Enrique Mosconi, y se las entregan a Y.P.F. la que, previa ocupación dirigida por militares en actividad como Alonso Baldich y el marino Felipe Fliess, comienza a explorarlas y a cimentar su vertiginoso crecimiento, ajustado a un plan de alejamiento de los trusts internacionales del petróleo, cuya primara etapa –el dominio del mercado interno- culmina el 1º de agosto de 1929, con el apoyo y el beneplácito de Yrigoyen. La culminación de ese plan, consistente en la implantación del monopolio absoluto de Y.P.F y en el alejamiento de las empresas extranjeras a quienes los radicales denominaban “los truts internacinales del petróleo”, se concretaría dentro del mandato de Don Hipólito. Yrigoyen asume la presidencia sin contar con un solo senador propio y en medio del conflicto bélico mundial; debido al pobre desarrollo industrial interno, esa guerra repercutía en una seria escasez de importaciones, entre las que se encontraban los combustibles. El incumplimiento del acuerdo por parte del Presidente Sáenz Peña, al no intervenir todas las provincias, que estaban en manos de los conservadores, le crea a Yrigoyen una traba institucional de envergadura, materializada en el Senado. Por otra parte las medidas de protección al incipiente proceso industrial iniciado fueron rechazadas por el Congreso, en especial por el Senado. Comprende Don Hipólito, al igual que los marinos, que sin combustibles no hay industrias, ni trabajo, ni independencia económica. Es de señalar la relación entre la posición internacional de Yrigoyen manifestada en las reuniones constitutivas de la Sociedad de la Naciones, expresada por el Canciller Honorio Pueyrredón en 1920 al momento de retirar la Delegación por “La postergación de dos principios esenciales: admisión de todas las naciones e igualdad de todos los estados soberanos”, con la complicada situación económica y social que encuentra en 1916. Sin dudas, la posición argentina implicada la suposición –luego confirmada- de un próximo conflicto mundial frente a la cual deberíamos estar preparados y, a tal fin, el desarrollo de la industria del petróleo era previo al avance de la industria. Esa presunción era coincidente con la manifestada por John Maynard Keynes en 1919 en su obra “Las consecuencias económicas de la paz”, donde bregaba por la disminución de las reparaciones de guerra cobradas a los vencidos para facilitar su rápida recuperación económica y evitar futuros conflictos. Al mismo tiempo la llegada del Radicalismo significó para el Régimen “falaz y descreído” en las palabras de Yrigoyen, la pérdida de sus “logros económicos”, vulgarmente denominados negociados; su odio visceral al gobierno de la “chusma radical”, como decían, los transformó en conspiradores sin escrúpulos Vastas extensiones del territorio nacional estaba despoblado, siendo escasos los argentinos que allí vivían, en especial en el sur patagónico. Las grandes empresas como La Forestal y las estancias sureñas constituían feudos, donde la presencia estatal nacional y provincial era, cuanto menos, tibia y resistida. Por otra parte, además de artesanos, comerciantes, profesionales y trabajadores, los europeos nos regalaban anarquistas violentos, contrarios al gobierno democráticos y cuyas actitudes son visibles en la Semana Trágica y en los conflictos patagónicos. Cabe aclarar que otros anarquistas compartían las políticas yrigoyenistas. Las operaciones chilenas en pos de apropiarse de territorios que consideraban propios también aportaban las lógicas perturbaciones, como es el caso de las huelgas del extremo sur. En 1919 Yrigoyen intenta modificar el Código de Minería expresando en su proyecto de ley- no tratado por el Senado- “que era necesario conservar para la Nación la utilización múltiple de las riquezas petroleras, a fin de evitar que el interés particular las malgaste, que la ignorancia o precipitación las perjudique o la negligencia o incapacidad económica la deje improductiva”; en ese mismo proyecto “se ponen trabas a la posible acción perturbadora de los grandes monopolios”. Los conceptos vertidos nos están indicando, además de una acción políticamente soberana, que ese gobierno radical estaba propugnando al decir “explotación cuidadosa”, lo que hoy se conoce como racional y sustentable. Sostenía el Presidente que “La riqueza de la tierra como la del subsuelo mineral de la República, no pueden ni deben ser objeto de otras explotaciones que las de la Nación misma”; “A fin de evitar que se repita lo ocurrido con el suelo fiscal y conservar los beneficios del petróleo para el pueblo de la República, es menester organizar un régimen legal que consulte las exigencias del interés de la Nación, poniendo en manos del Estado el dominio efectivo de los yacimientos petrolíferos y confiriéndole el monopolio de su explotación y comercialización”. Razonemos que estas definiciones son perfectamente aplicables a la Argentina actual. Yrigoyen era conciente de las situaciones señaladas; influenciado por su Ministro de Marina Federico Álvarez de Toledo, en base a las informaciones que sobre el tema le brindada su embajador en los Estados Unidos Tomás Le Breton, a las dificultades que encontraba el accionar de la Dirección de Explotación y ante la negativa del Congreso de tratar sus proyectos recientes nacionalizando las minas de petróleo, hulla y hierro y expropiando la totalidad de las concesiones mineras anteriormente otorgadas, decide transformar a la Dirección de la Explotación del Petróleo de Comodoro Rivadavia en la Dirección Nacional de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (Decreto del 3 de junio de 1922). En realidad, comienza a esbozar la idea de crear una repartición cívico-militar destinada a ocupar los territorios y preservar los hidrocarburos para la Nación. En esos momentos, Yrigoyen se inclina por la Armada Nacional y designa al frente al Capitán Felipe Flies. Este modelo cívico militar conserva su vigencia hasta el golpe del Uriburu y Justo en 1930; Uriburu no puede designar presidente de Y.P.F.a un hombre vinculado a las petroleras extranjeras pues se encuentra con el yrigoyenista Fliess ocupando ese lugar; debió negociar, alejó a Mosconi del país, retiró a los militares en actividad de la gestión empresaria y dio por terminado el plan de finalizar con la actividad de los trusts internacionales, pero presionado por las fuerzas armadas, debió permitir que asumiera un mosconiano –el Ing Silveira- que continuo el desarrollo de Y.P.F..A favor de los golpistas del 30, debemos señalar la creación én 1934 de los Fondos Viales, determinados sobre los valores al públicos de los combustibles líquidos, que permitieron dotar a la Nación de la casi totalidad de su red vial existente a la fecha: Además, fueron el antecedente a los Fondos Energéticos creados por Perón en 1946 y potenciados por Arturo Illia mediante el mismo procedimiento de recaudación; a ellos –y al Impuesto al Crudo Procesado ideados por Illia- les debemos las represas y gasoductos, las reservas, etc. cuya depredación se inicia con la sustitución de la Cuestión de Estado potenciada por Yrigoyen por la Cuestión de Mercado. Consistían en una forma eficiente de capturar las rentas o riquezas que la acción de Y.P.F. generaba. Le toca a Marcelo T. de Alvear la concreción de las ideas fundamentales de Yrigoyen; no existen diferencias entre ellos pues sus objetivos eran los mismos. A instancia de su Ministro de Agricultura Tomás Le Breton, Alvear designa al frente de Y.P.F. al militar más brillante, el Cnel. e Ing. Civil y Militar Enrique Mosconi, quien, con un inigualado apoyo político y económico que traspasó las fronteras nacionales y partiendo prácticamente de una base operativa muy pobre, crea una empresa integrada vertical y horizontalmente, compuesta por argentinos a los que convierte en soldados civiles llamados “ypefeanos”. Descubre yacimientos en el norte, oeste y sur, construye en tiempo récord una monumental destilería en La Plata, que sigue siendo una de las más grandes de América Latina, coloniza la Patagonia. Radicales como Carlos Madariaga que era Director de Y.P.F. avalan con su fortuna personal los bonos emitidos para financiar la destilería. Todo ello en medio de una dura lucha contra los trusts internacionales y sus socios locales, de los cuales eran los más importantes algunos gobernadores, tal como sucede actualmente, siendo los casos más visibles los de Sobisch y Sapag con Repsol-YPF, Kirchner en Santa Cruz con Repsol y Total y Das Neves y Peralta con Pan American Energy. Afirmaba Mosconi –un General en actividad que dependía, en comisión en Y.P.F., del Ministro de Agricultura Le Breton cuando el Ministro de Ejército era Agustín P. Justo- en febrero de 1927, en una conferencia pronunciada en el Centro Naval en pos de la sanción de la Ley de Nacionalización del Petróleo: “Por el norte, señores, quiso penetrar la invasión española con Pezuela, para ahogar nuestra naciente independencia política. Por el norte, argentinos, ha dado su primer paso la Standard Oil, pretendiendo ahogar nuestra independencia económica, sin la cual es ficticia la independencia política”. Sostenía Yrigoyen que “El gobierno no cederá ni un adarme de las riquezas públicas, ni cederá un ápice del dominio absoluto sobre ellas”; “La autonomía de las Provincias no es de sus gobiernos, es de sus pueblos”. Es bueno que nos preguntemos si se adaptan a estas premisas yrigoyeneanas las Leyes menemistas de Privatización de Y.P.F y Federalización del Subsuelo –no votada por el Radicalismo-, la Reforma Constitucional de 1994 que otorgó el dominio originario del subsuelo a las Provincias –acordada por legisladores y convencionales de la UCR- y la más reciente Ley K modificatoria de la Ley de Hidrocarburos llamada Ley Corta –apoyada por la mayoría de los legisladores radicales- que otorga el dominio jurisdiccional a las Provincias, que no es otra cosa que entregárselo a las multinacionales, además de ceder gratuitamente a los argentinos que viven en provincias petroleras, las riquezas descubiertas y desarrolladas por todos los compatriotas, incluso los más pobres de las provincias del NEA que no acceden al gas natural. Con sentido de Nación y en contraposición, sobre el tema, Yrigoyen proclamó “La igualdad de las Provincias, en la indivisible solidaridad de sus pueblos” y manifestó que “debemos vitalizar todas las regiones y todos los individuos de la Patria”. Esos son los principios señeros con los trabajaron Alvear y Mosconi y que permitieron a éste último, anunciar el 1º de agosto de 1929 la Toma del Mercado de los Combustibles Líquidos. Fue la culminación de un sueño soberano pensado por Yrigoyen, ejecutado por Alvear, Mosconi y Le Breton y culminado por Yrigoyen y Mosconi. Actualmente, Argentina es el único país en el mundo sonde los gobernadores tienen a su cargo la gestión hidrocarburíferas; es inimaginable pensar que los gobernadores de Texas o Río de Janeiro compartan los temas petroleros con sus respectivos presidentes. El Gral. Mosconi fue uno de los jefes que permanecieron fieles al gobierno constitucional de septiembre de 1930; fue tanta su admiración por Yrigoyen que de ser un militar profesional se transformó en un militar radical; Adolfo Silenzi de Stagni poseía una carta de Mosconi a Yrigoyen donde le hacía saber sus intenciones de afiliarse al Radicalismo. En 1930, en su obra “Dichos y Hechos” de El Ateneo, sostenía el Gral. Mosconi: “En el gobierno de la riqueza pública, la administración de Y.P.F. ofrece un espectáculo singular: Después de un largo y laborioso trabajo recoge el país los frutos pacientemente buscados, pero los beneficios de la cosecha sólo han sido factibles por la presencia en la Presidencia de la República, de mandatarios excepcionales”. Como premio a la continuidad de la acción de Yrigoyen y Alvear se llega a 1929. Ese año, con la anuencia de Don Hipólito, afirmaba Mosconi: “El 1º de agosto de 1929 es una fecha memorable en la organización económica de la Argentina y por ende de la América del Sud”…”Un siglo antes se inició en el Plata el proceso de la independencia política de América Latina, en aquella campaña heroica que hizo sus primeras armas en San Lorenzo, tomó cuerpo en Chacabuco y Maipú y, luego de pasar por Lima, termina en Junín y Ayacucho, cerrando allí el período de dominación de España en el Nuevo Mundo. Pues bien, a semejanza de aquel gran movimiento continental que dio independencia política a nuestro continente, se encuentra en marcha el movimiento que terminará conquistando la independencia económica para nuestra América”…”El primer capítulo tiene realización feliz en Buenos Aires el 1º de agosto de 1929, fecha en que nuestro país rompe los trusts petrolíferos que hasta entonces impusieron sus exigencias y da a la América Latina el ejemplo y el impulso inicial del movimiento que se ha transmitido a algunos países hermanos, México, Colombia y Uruguay, entre ellos y que se propagará irremisiblemente a los demás pueblos de nuestra raza, hasta el establecimiento de la independencia integral de Sud América. Esta visión no encuentra fantasía ni ultra optimismo como parecía en el año 1922, cuando anunciamos que en nuestro país abatiríamos los trusts, proyecto que se imaginó fantástico pero que fue realidad magnífica siete años después”….”desde el 1º de agosto de 1929, fecha en que los trusts inglés y norteamericano quedan definitivamente rotos en nuestro país, los habitante de la República no sufren más imposiciones que las emanadas de su propio gobierno que decide libre de ingerencias extrañas en todo lo relativo al combustible líquido y empiezan a volcarse tierra adentro los millones que hasta entonces tomaban el camino del mar”…”La República Argentina se ve libre de todo peligro y asechanza que pudiera perturbarla o detenerla en su marcha a su futuro engrandecimiento y bienestar”. Como señalamos más arriba, quedaba a concretar la segunda parte del Plan Radical: la expulsión definitiva de los trusts internacionales. También vemos que la independencia económica surge de las gestiones de los dos primeros presidentes y no de las presidencias posteriores de Perón. Cómo consecuencia del proceso privatizador y desregulador instalado por el peronismo a partir de julio de 1989, los trusts internacionales Repsol-YPF, Pan American Energy, Total Austral, Tecpetrol, Vintage Oil, Petrobrás, Sipetrol, Chevron y Sipetrol, deciden libremente sobre nuestras riquezas hidrocarburíferas, los precios se ajustan al internacional, rige la libre disponibilidad de reservas y producción y sus ganancias toman el camino del mar. Son mucho más poderosas que las provincias y son las reales definidoras de las políticas que se aplican. Mosconi apenas asumió Yrigoyen su segundo mandato le presentó la renuncia y fue confirmado después de cuatro meses; a partir de ese momento recibió de Yrigoyen todo su apoyo y terminó transformándose en yrigoyenista, al igual que la mano derecha en su gesta el Gral. Alonso Baldrich. Sostenía el Director General de YPF que “Mi acción fue posible merced a esa sombra moral ante la que pasaban los millones sin conmoverlo”. Cuenta Raúl Larra en “Mosconi: General del Petróleo” que “Junto con otros jefes leales, Mosconi tomó posición defensiva en el Arsenal de Guerra: Le hizo saber al vicepresidente Martinez que podía contar con las fuerzas de Campo de Mayo y del Arsenal. Este le contestó que su renuncia era espontánea y definitiva. Entonces Mosconi y sus amigos abandonan el Arsenal”. Continúa Larra diciendo que Mosconi “Apenas conoce la nómina de los colaboradores de Uriburu…advierte que su tarea en Y.P.F. ha terminado”. Recordemos que el primer Ministro de Agricultura de Uriburu es un abogado cuyo estudio tenía como principales clientes a varias empresas petroleras extranjeras. Tampoco olvidemos que en ese golpe petrolero tuvo participación destacada, a pesar de tener solamente el grado de capitán y 35 años, Juan Domingo Perón, como lo sostiene claramente José Alberto Arredondo en su obra “Perón: su protagonismo en la Revolución del 30”; es el mismo Perón del Contrato con la Standard Oil de California, que se continúa con el Pacto con Arturo Frondizi y sus delictivos contratos petroleros, anulados posteriormente por Arturo Illia. Yrigoyen plantea como eje de su campaña electoral de 1928 la obtención de su Ley Nacionalizadota del Petróleo. En un Mensaje al Congreso afirmaba el Presidente: “La riqueza petrolífera del País es sin duda alguna más que suficiente para proveer al consumo interno de este combustible líquido. La posibilidad de producirlo en condiciones económicas para competir con el producto extranjero está comprobada…”; era un explícito reconocimiento y apoyo a Mosconi. La lucha por la Ley de Nacionalización del petróleo se da en todos los frentes con la idea de presionar al Senado. Se crean organizaciones que asumen esa lucha; una de ellas es la Alianza Continental, donde militaban el Gral. Alonso Baldrich, Arturo Orzábal Quintana, Moisés Lebenshon, Diego Luis Molinari y Arturo Orgaz; otros argentinos –José Ingenieros, Alfredo Palacios, Gabriel Del Mazo y Julio V. González habían creado la Unión Latinoamericana, mientras que relacionada con el comunismo actuaba la Liga Antiimperialista Argentina. El Nº 2 de Mosconi, Alonso Baldrich asume a fines de 1929 la dirección del diario El Argentino. En su libro “El General Baldrich y la defensa del petróleo argentino” y frente al atentado contra el Presidente Irigoyen señala Raúl Larra: que editorializa Baldrich: “ `Dos siglos de independencia económica representa la presidencia de Yrigoyen´. Lamenta que la policía haya dado muerte al agresor, eliminando la posibilidad de investigar sus móviles, sus móviles, quienes estaban detrás. ¿Acaso la Standard Oil?. No lo satisface que el rastreo de sus antecedentes lo hagan aparecer como antiguo militante anarquista. Y exalta al Presidente: ´Se han estrellado contra su firme voluntad y su austeridad ejemplar, la Diadema Argentina –Royal Dutch- y la Standard Oil y la artera diplomacia de algún vecino de América que gira sombrío en la órbita trazada por Washington….El Presidente Yrigoyen, firme en su austeridad y sus orientaciones precisas, blanco visible y alto en esta lucha de lo argentino contra lo traidoramente antiargentino tiene, forzosamente, como todas las cumbres, que atraer el rayo que fulmine, pero que en esta oportunidad ha sido chispa, que ratifica una consagración”. El país al que se refiere es el editorial es Chile; es bueno recordar que el historiador hamburgués Osvaldo Bayer defiende a los anarquistas violentos y –en base a los informes del gobierno chileno- alega a favor de la no interferencia de ese país en los trágicos sucesos de las huelgas patagónicas. La visión de Yrigoyen en defensa del desarrollo industrial de la República se manifiesta cuando señala: “El petróleo debe utilizar para el desarrollo de las industrial nacionales, pero desechando la idea de acelerar la extracción para llegar a exportarlo; esa riqueza es más útil al País en estado de combustible que transformada en valor metálico”. Mencionamos en esta charla a la posición del Presidente Lula, pero como no va a tener vigencia este concepto yrigoyeneano si en la actual crisis energética integral de nuestra país las exportaciones indiscriminadas, unidas a una explotación intensiva e irracional de los yacimientos, son y han sido las causas principales de la misma. Los argentinos apenas hemos tenido petróleo y gas para autoabastecernos, pero nunca para exportarlo, como es el caso de Venezuela, por ejemplo. La actual Ley de Hidrocarburos –que data de 1967, de Onganía y Krieger Vasena- solamente permite exportar excedentes, siempre que se disponga de reservas suficientes, se obtenga un precio correcto y que nos encontremos autoabastecidos; en el caso del gas natural, donde el 40 % de los habitantes no accede a sus redes, no existen dudas de que no lo estamos y, con respecto al petróleo, el horizontes de reservas siempre ha sido bajo, por lo cual es limitado el autoabastecimiento. Señalamos que éste recién fue conseguido en 1985 y día a día lo estamos perdiendo. Yrigoyen también consideraba la situación de los servicios públicos, casi totalmente en manos privadas en 1916. Manifestaba: “El Estado debe adquirir una posición cada día más preponderante en las actividades industriales, que respondan principalmente a las realización de servicios públicos, y si en alguna parte esas actividades deben sustituirse en lo posible a las aplicaciones del capital privado, es en los países de desarrollo constante y progresivo, como el nuestro, donde el servicio público ha de considerarse principalmente como instrumento de gobierno”. Y.P.F. significó la aparición de técnicos argentinos que llegaron a ser considerados entre los mejores del mundo. Uno de los discípulos de Mosconi fue Ing. Julio V. Canessa, quien obtuvo del Presidente Perón la creación de Gas del Estado en 1946, empresa de la cual fue su primer Director General. Canessa era un ypefeano yrigoyenista; es considerado el padre del gas en la Argentina; se distanció de Perón con motivo del contrato con la Standard Oil de California. Sostenía que “el sistema de concesiones en materia de servicios públicos ha resultado un fracaso; el interés privado se ha sobrepuesto al interés social y nacional, y la administración pública se ha visto jaqueada y enfrentada por el concesionario”; “Un servicio público se instituye no de acuerdo con su capacidad de autofinanciación, sino de acuerdo con la capacidad social que lo reclama”; “Cuando toda familia argentina, por modesta que sea y por lejana que esté la población en que resida, pueda tener una casa para vivir decorosamente, y pueda disponer en ella de agua corriente, electricidad y gas a precios que contemplen antes que el costo individual su capacidad para satisfacerlo, habremos dado un paso trascendental para la dignificación y felicidad de una gran parte de la población”. Estos términos yrigoyeneanos de Canessa, tan vigentes en la actualidad, son compartidos el yrigoyenista Arturo Illia: “No puede haber en ningún sitio de la República, un barrio que no tenga el progreso y las obras necesarias para que sus habitantes puedan subvenir sus necesidades naturales y, otros barrios alejados y empobrecidos. Donde no existan los elementos fundamentales para poder subsistir, desde la vivienda hasta todo lo demás que hace as las necesidades del ser humano para poder desenvolverse dignamente”. Desde 1989 rigen las leyes del mercado, desreguladoras y privatizadoras, que han librado a las concesionarias de su obligación esencial de invertir y han suprimido el derecho de los argentinos a acceder y permanecer en esos sistemas de servicios, ahora, el que no puede pagar se queda afuera de los mismos. La Ley de Nacionalización que no pudieron conseguir ni Irigoyen ni Alvear se plasma en el Art. 40 de la Constitución Nacional de 1949; es prácticamente el único artículo rescatable de una norma esencialmente fascista, no democrática y represiva. El autor del mencionado artículo fue el miembro informante de la mayoría de la Comisión Revisora de la Constitución Arturo Sampay, un destacado constitucionalista, quien junto al Presidente de la Convención –y también Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, número dos o uno bis del peronismo y casi seguro sucesor de Perón, el Cnel Domingo Mercante- se debe su inclusión, pues al momento de su sanción, Perón, presionado por varias embajadas extranjeras decide eliminar su inclusión y envía a La Plata a su Secretario Juan Duarte para transmitirle la orden a Mercante y Sampay, quienes, sospechando la orden de Perón, recién lo atendieron cuando el artículo había sido aprobado. Esa conducta les valió el abandono de sus cargos, acusaciones variadas, juicio digitados y hasta el exilio. Determinaba el Art. 40: “Los minerales, las caídas de agua, los yacimientos de petróleo, de carbón y de gas, y las demás fuentes naturales de energía, con excepción de los vegetales, son propiedades imprescriptibles e inalienables de la Nación…”. El Dr. Francisco Pena –especialista en temas energéticos y ex procurador General de la Corte de la Prov. de Bs. As. sostiene que en la redacción del citado artículo participó el Ing. Juan Sábado, quien fuera poseriormente Subsecretario de Combustibles del Presidente Illia. Decía Sampay: “No puedo menos que recordar con emoción a aquel gobernante argentino, Hipólito Yrigoyen, que pocos meses antes de su derrocamiento decía `que el subsuelo mineral de la República no puede ni debe ser objeto de otras explotaciones que las de la Nación misma` y cuya deposición, que impidió nacionalizar la ley que nacionalizaba el petróleo, fue festejada `por los ricos terratenientes`-según acota Waldo Frank, testigo del 6 de septiembre- sacando de sus bodegas el chapman de las mejores vendimias para acompañar el menú de los petroleros americanos”. Vale recordar que la reforma constitucional que en 1954 pretendía realizar el Presidente Perón, con el pretexto de separar a la Iglesia del Estado, tenía como objetivo esencial la derogación del Art. 40, pues mientras estuviese vigente resultaba imposible aprobar el contrato con la Standard Oil de California, posteriormente no avalado por la Revolución Libertadora; al de la California seguían otros cinco contratos de similares condiciones. La firma del convenio con la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Buenos Aires, presidida por el yrigoyenista Ricardo Rojas, e YPF a cargo de Enrique Mosconi de 1929, creando el Instituto del Petróleo, fue aprobado por el Presidente Yrigoyen, quien en el decreto respectivo señaló: “Con la creación del Instituto del Petróleo, los ingenieros civiles e industriales podrán especializarse en materia petrolífera para actuar con eficiencia en el desempeño de cargos técnicos directivos relacionados con la minería e industrialización del petróleo”. Los egresados del Instituto enorgullecieron a la Nación. Con la privatización de YPF el Instituto fue privado de sus recursos y depende de los cursos que realice. Esta frustración educativa debe sumarse al desmantelamiento del Laboratorio que Y.P.F. poseía en Florencia Varela, el más importante de Sudamérica y uno de los más afamados en mundo. Recientemente, el recientemente designado presidente de YPF SA está en conversaciones con el Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, ignorando la existencia del antiguo Instituto, tiene dentro de sus planes la creación de uno similar. Este breve repaso de las ideas de Yrigoyen y su proyección a la actualidad, es un reconocimiento a quien fuera el más grande Presidente de la Argentina. También un llamado de atención para que los radicales no nos conformemos con “parches” al modelo energético neoliberal vigente.
Buenos Aires, 16de agosto de 2012.
Gustavo A. Calleja Leer más...
Este breve repaso de las ideas de Yrigoyen y su proyección a la actualidad, es un reconocimiento a quien fuera el más grande Presidente de la Argentina. También un llamado de atención para que los radicales no nos conformemos con “parches” al modelo energético neoliberal vigente.
Hipólito Yrigoyen es recordado generalmente como el primer presidente elegido por la voluntad popular libremente expresada y por ser uno de los fundadores de la Unión Cívica Radical; en menor escala, aunque en éstos tiempos, con la suave nacionalización de YPF SA concretada por el gobierno de la Presidente Fernández de Kirchner, con sentido de apropiación, se lo señala como definidor de una política petrolera con sentido nacional y estatal y creador de Yacimientos Petrolíferos Fiscales. y casi no se mencionan: a) el inicio de la mediación en la relaciones laborales y sus fallos favorables a los trabajadores y sus leyes específicas; b) el prestigio internacional logrado por la neutralidad argentina –nunca declarada por ser el estado natural entre las naciones- en la primera guerra mundial, la posición contraria a la forma de desigualdad entre vencedores y vencidos que adoptó la Sociedad de las Naciones, los límites y las lecciones de convivencia de las naciones que supo señalarles a los EEUU, el reconocimiento a la soberanía de los dominicanos ante la invasión norteamericana, el apoyo a la hermana República del Uruguay ante potenciales agresiones de Brasil; c) el sensacional desarrollo de la educación popular y su apoyo a la Reforma Universitaria; d) la priorización del transporte ferroviario estatal; etc…Es común entre algunos historiadores, especialmente los de origen o simpatías peronistas o lucrativistas mediáticos en extremo, olvidarse de la importancia del tema petrolero en su derrocamiento, como también sólo recuerdan los lamentables y serios incidentes de La Forestal, los talleres Vasena y las huelgas de la Patagonia, en los que tuvieron especial participación los poderes empresarios agrarios e industriales, los anarquistas violentos para los cuales existen crímenes buenos y malos, y los grupos de choque de la derecha política. Sin desconocer las inquietudes de quienes lo precedieron (José Figueroa Alcorta y Roque Saenz Peña), Yrigoyen fue el primero en comprender en su real significado el tema petrolero y, especialmente, la importancia de su explotación exclusiva y soberana por parte del Estado Nacional, en cuanto a la captura de las rentas derivadas y su inversión en pos de la elevación del nivel de vida de los desposeídos, el crecimiento industrial con su paralela ruptura del modelo de la dependencia no competitiva vigente con Inglaterra y la ocupación efectiva del territorio nacional en base a la explotación integral de los hidrocarburos y a la efectiva presencia del poder nacional. Como sostiene Ricardo Rojas, era conciente que necesitaba las riquezas del subsuelo para hacer realidad una de sus más claras premisas: “La democracia no consiste sólo en la garantía de la libertad política; entraña a la vez la posibilidad para todos de poder alcanzar un mínimo de felicidad siquiera”. Es él quien profundiza la concepción del tema petrolero como una Cuestión de Estado, pero le agrega la necesaria implementación de una Política de Estado, con la nacionalización del subsuelo y el monopolio de Y.P.F.. Interesa señalar que los lineamientos de política energética enunciados por Yrigoyen siguen vigentes en la mayoría de los países del mundo: bien estratégico vinculado a los intereses vitales de las naciones; de allí las guerras recientes en Irak y Asia Central, la recreación del poder político en Rusia en base a la recuperación de las empresas energéticas privatizadas y la importancia política adquirida por la OPEP. También lo estuvieron en Argentina hasta el advenimiento de la gestión peronista de Carlos Menem en 1989 y siguen en plena aplicación, con la excepción de la reciente nacionalización del 51 % del capital social de YPF SA, una empresa que solo administra, aproximadamente, el 30 % de la producción de hidrocarburos del país, dentro de un modelo al que la Presidenta denomina mixto, que nada tiene que ver son el creado por Yrigoyen y aplicado por el Radicalismo. Asimismo, son esos principios básicos los que, continuados por quienes le sucedieron en posiciones decisorias, algunos sus discípulos, permitieron a la Argentina lograr no solamente un avanzado grado de desarrollo económico y equidad social, sino también construir hasta 1989 la casi totalidad de la infraestructura energética –reservas, ductos troncales y auxiliares, represas hidroeléctricas- y vial y la colonización de zonas desérticas como la Patagonia, a la par que permitían el financiamiento de los servicios públicos esenciales, tales como electricidad y transporte. El reciente caso de Brasil, donde mediante la aplicación constante de un modelo nacional, estatal, racional y centralizado en Petrobrás –creada por el General Horta Barboza en 1945 a imagen y semejanza de nuestra YPF- llegan al descubrimiento de grandes reservas off-shore, que son medianas para el nivel mundial pero muy importantes para ellos, que provoca la decisión del Presidente Lula de utilizar esos recursos para su desarrollo interno, postergando sus exportaciones como pretendían las multinacionales del sector, constituyen un claro ejemplo de la vigencia de las políticas yrigoyenistas. Similar es el caso de Bolivia, donde por primera vez en su historia el pueblo participa de los beneficios de su riqueza gasífera, pues de consumir internamente menos del 2 % pasaron al 15 %, privilegiándolo por sobre sus exportaciones. A fines del Siglo XIX y principios del XX se produce en EEUU y Europa el cambio de las funciones del petróleo que deja de ser un aceite iluminante para convertirse en una materia prima-poder; ayudan, a su modo, el descubrimiento de las lámparas incandescentes por parte de Thomas A. Edison y el desarrollo de los motores de combustión interna en Alemania. Son los marinos de guerra ingleses encabezados por su jefe Winston Churchil quienes antes del inicio de la Primera Guerra Mundial reemplazan en su flota al carbón por el petróleo y son imitados de inmediato por los norteamericanos, obteniendo óptimos resultados en la contienda. También es Churchil quien en 1914 adquiere para Gran Bretaña el 50 % de la Anglo-Persian, transformada posteriormente en British Petroleum. Hoy, esta petrolera es socia de Bridas en Pan American Energy, que explota actualmente, en condiciones leoninas y hasta el año 2.047, el más importante yacimiento argentino: Cerro Dragón, que en sus orígenes fue entregado contractualmente por Arturo Frondizi a Amoco –con el apoyo del “patriota” Raúl Scalabrini Ortiz (ver sus opiniones en la obra “Forjando una Nación” editado por la Universidad Nacional de Lanús-, anulado por Illia y reivindicado por Onganía. Sin dudas, la influencia inglesa sobre nuestros marinos fue decisiva en la explotación estatal de las reservas de Comodoro Rivadavia descubiertas en 1907. Tampoco podemos dejar de mencionar como precursores a Jorge Newbery, quien escribió el primer libro argentino sobre petróleo y al Perito Francisco P. Moreno. Julio A Roca y Nicolás Avellaneda son los responsables del Código de Minería que provincializó el subsuelo –que era nacional desde la Revolución de Mayo, pues pertenecía a la Corona española y por ende no existían las provincias en cuanto entes autónomos- prohibía la explotación estatal del mismo y entregaba concesiones sin límite temporal (algunas aún vigentes); era lo mismo que entregárselo a las petroleras. Roca, además de repartir el suelo entre sus amigos y su familia, también se encargó de facilitar el irrestricto acceso al subsuelo, tanto a las mineras como a las petroleras, entre las que se destacaban la Standard Oil, la Royal Dutch-Shell, la Anglo Persian y la Texaco, todas con sus respectivos testaferros. El descubrimiento del petróleo de 1907 y las circunstancias que recién hemos mencionado, dan nacimiento a una política nacional sobre los yacimientos, pues el conservador José Figueroa Alcorta decreta de inmediato la creación de una Reserva estatal sobre los mismos; utiliza para ellos la Ley de Tierras, gestada en la gestión de Roca. Roque Saenz Peña, a instancias de su Ministro de Marina Saenz Valiente crea en 1912 la Dirección General de Explotación de Petróleo de Comodoro Rivadavia. Al frente de esta repartición el Ing. Luis Huergo, denuncia en 1913 las maniobras de la Standard Oil tendientes a impedir la explotación estatal, mediante la obtención de concesiones sindicalizadas e inoperantes temporariamente (los citados permisos de cateo), que abarcaban gran parte del territorio nacional y la casi totalidad de los territorios nacionales, en especial la Patagonia. Esta maniobra comienza a ser revertida por Yrigoyen, pero son Marcelo T. de Alvear y su Ministro Tomás Le Breton quienes, mediante dos decretos de 1924, las eliminan, a instancias del Director General de Y.P.F. Gral e Ing. Enrique Mosconi, y se las entregan a Y.P.F. la que, previa ocupación dirigida por militares en actividad como Alonso Baldich y el marino Felipe Fliess, comienza a explorarlas y a cimentar su vertiginoso crecimiento, ajustado a un plan de alejamiento de los trusts internacionales del petróleo, cuya primara etapa –el dominio del mercado interno- culmina el 1º de agosto de 1929, con el apoyo y el beneplácito de Yrigoyen. La culminación de ese plan, consistente en la implantación del monopolio absoluto de Y.P.F y en el alejamiento de las empresas extranjeras a quienes los radicales denominaban “los truts internacinales del petróleo”, se concretaría dentro del mandato de Don Hipólito. Yrigoyen asume la presidencia sin contar con un solo senador propio y en medio del conflicto bélico mundial; debido al pobre desarrollo industrial interno, esa guerra repercutía en una seria escasez de importaciones, entre las que se encontraban los combustibles. El incumplimiento del acuerdo por parte del Presidente Sáenz Peña, al no intervenir todas las provincias, que estaban en manos de los conservadores, le crea a Yrigoyen una traba institucional de envergadura, materializada en el Senado. Por otra parte las medidas de protección al incipiente proceso industrial iniciado fueron rechazadas por el Congreso, en especial por el Senado. Comprende Don Hipólito, al igual que los marinos, que sin combustibles no hay industrias, ni trabajo, ni independencia económica. Es de señalar la relación entre la posición internacional de Yrigoyen manifestada en las reuniones constitutivas de la Sociedad de la Naciones, expresada por el Canciller Honorio Pueyrredón en 1920 al momento de retirar la Delegación por “La postergación de dos principios esenciales: admisión de todas las naciones e igualdad de todos los estados soberanos”, con la complicada situación económica y social que encuentra en 1916. Sin dudas, la posición argentina implicada la suposición –luego confirmada- de un próximo conflicto mundial frente a la cual deberíamos estar preparados y, a tal fin, el desarrollo de la industria del petróleo era previo al avance de la industria. Esa presunción era coincidente con la manifestada por John Maynard Keynes en 1919 en su obra “Las consecuencias económicas de la paz”, donde bregaba por la disminución de las reparaciones de guerra cobradas a los vencidos para facilitar su rápida recuperación económica y evitar futuros conflictos. Al mismo tiempo la llegada del Radicalismo significó para el Régimen “falaz y descreído” en las palabras de Yrigoyen, la pérdida de sus “logros económicos”, vulgarmente denominados negociados; su odio visceral al gobierno de la “chusma radical”, como decían, los transformó en conspiradores sin escrúpulos Vastas extensiones del territorio nacional estaba despoblado, siendo escasos los argentinos que allí vivían, en especial en el sur patagónico. Las grandes empresas como La Forestal y las estancias sureñas constituían feudos, donde la presencia estatal nacional y provincial era, cuanto menos, tibia y resistida. Por otra parte, además de artesanos, comerciantes, profesionales y trabajadores, los europeos nos regalaban anarquistas violentos, contrarios al gobierno democráticos y cuyas actitudes son visibles en la Semana Trágica y en los conflictos patagónicos. Cabe aclarar que otros anarquistas compartían las políticas yrigoyenistas. Las operaciones chilenas en pos de apropiarse de territorios que consideraban propios también aportaban las lógicas perturbaciones, como es el caso de las huelgas del extremo sur. En 1919 Yrigoyen intenta modificar el Código de Minería expresando en su proyecto de ley- no tratado por el Senado- “que era necesario conservar para la Nación la utilización múltiple de las riquezas petroleras, a fin de evitar que el interés particular las malgaste, que la ignorancia o precipitación las perjudique o la negligencia o incapacidad económica la deje improductiva”; en ese mismo proyecto “se ponen trabas a la posible acción perturbadora de los grandes monopolios”. Los conceptos vertidos nos están indicando, además de una acción políticamente soberana, que ese gobierno radical estaba propugnando al decir “explotación cuidadosa”, lo que hoy se conoce como racional y sustentable. Sostenía el Presidente que “La riqueza de la tierra como la del subsuelo mineral de la República, no pueden ni deben ser objeto de otras explotaciones que las de la Nación misma”; “A fin de evitar que se repita lo ocurrido con el suelo fiscal y conservar los beneficios del petróleo para el pueblo de la República, es menester organizar un régimen legal que consulte las exigencias del interés de la Nación, poniendo en manos del Estado el dominio efectivo de los yacimientos petrolíferos y confiriéndole el monopolio de su explotación y comercialización”. Razonemos que estas definiciones son perfectamente aplicables a la Argentina actual. Yrigoyen era conciente de las situaciones señaladas; influenciado por su Ministro de Marina Federico Álvarez de Toledo, en base a las informaciones que sobre el tema le brindada su embajador en los Estados Unidos Tomás Le Breton, a las dificultades que encontraba el accionar de la Dirección de Explotación y ante la negativa del Congreso de tratar sus proyectos recientes nacionalizando las minas de petróleo, hulla y hierro y expropiando la totalidad de las concesiones mineras anteriormente otorgadas, decide transformar a la Dirección de la Explotación del Petróleo de Comodoro Rivadavia en la Dirección Nacional de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (Decreto del 3 de junio de 1922). En realidad, comienza a esbozar la idea de crear una repartición cívico-militar destinada a ocupar los territorios y preservar los hidrocarburos para la Nación. En esos momentos, Yrigoyen se inclina por la Armada Nacional y designa al frente al Capitán Felipe Flies. Este modelo cívico militar conserva su vigencia hasta el golpe del Uriburu y Justo en 1930; Uriburu no puede designar presidente de Y.P.F.a un hombre vinculado a las petroleras extranjeras pues se encuentra con el yrigoyenista Fliess ocupando ese lugar; debió negociar, alejó a Mosconi del país, retiró a los militares en actividad de la gestión empresaria y dio por terminado el plan de finalizar con la actividad de los trusts internacionales, pero presionado por las fuerzas armadas, debió permitir que asumiera un mosconiano –el Ing Silveira- que continuo el desarrollo de Y.P.F..A favor de los golpistas del 30, debemos señalar la creación én 1934 de los Fondos Viales, determinados sobre los valores al públicos de los combustibles líquidos, que permitieron dotar a la Nación de la casi totalidad de su red vial existente a la fecha: Además, fueron el antecedente a los Fondos Energéticos creados por Perón en 1946 y potenciados por Arturo Illia mediante el mismo procedimiento de recaudación; a ellos –y al Impuesto al Crudo Procesado ideados por Illia- les debemos las represas y gasoductos, las reservas, etc. cuya depredación se inicia con la sustitución de la Cuestión de Estado potenciada por Yrigoyen por la Cuestión de Mercado. Consistían en una forma eficiente de capturar las rentas o riquezas que la acción de Y.P.F. generaba. Le toca a Marcelo T. de Alvear la concreción de las ideas fundamentales de Yrigoyen; no existen diferencias entre ellos pues sus objetivos eran los mismos. A instancia de su Ministro de Agricultura Tomás Le Breton, Alvear designa al frente de Y.P.F. al militar más brillante, el Cnel. e Ing. Civil y Militar Enrique Mosconi, quien, con un inigualado apoyo político y económico que traspasó las fronteras nacionales y partiendo prácticamente de una base operativa muy pobre, crea una empresa integrada vertical y horizontalmente, compuesta por argentinos a los que convierte en soldados civiles llamados “ypefeanos”. Descubre yacimientos en el norte, oeste y sur, construye en tiempo récord una monumental destilería en La Plata, que sigue siendo una de las más grandes de América Latina, coloniza la Patagonia. Radicales como Carlos Madariaga que era Director de Y.P.F. avalan con su fortuna personal los bonos emitidos para financiar la destilería. Todo ello en medio de una dura lucha contra los trusts internacionales y sus socios locales, de los cuales eran los más importantes algunos gobernadores, tal como sucede actualmente, siendo los casos más visibles los de Sobisch y Sapag con Repsol-YPF, Kirchner en Santa Cruz con Repsol y Total y Das Neves y Peralta con Pan American Energy. Afirmaba Mosconi –un General en actividad que dependía, en comisión en Y.P.F., del Ministro de Agricultura Le Breton cuando el Ministro de Ejército era Agustín P. Justo- en febrero de 1927, en una conferencia pronunciada en el Centro Naval en pos de la sanción de la Ley de Nacionalización del Petróleo: “Por el norte, señores, quiso penetrar la invasión española con Pezuela, para ahogar nuestra naciente independencia política. Por el norte, argentinos, ha dado su primer paso la Standard Oil, pretendiendo ahogar nuestra independencia económica, sin la cual es ficticia la independencia política”. Sostenía Yrigoyen que “El gobierno no cederá ni un adarme de las riquezas públicas, ni cederá un ápice del dominio absoluto sobre ellas”; “La autonomía de las Provincias no es de sus gobiernos, es de sus pueblos”. Es bueno que nos preguntemos si se adaptan a estas premisas yrigoyeneanas las Leyes menemistas de Privatización de Y.P.F y Federalización del Subsuelo –no votada por el Radicalismo-, la Reforma Constitucional de 1994 que otorgó el dominio originario del subsuelo a las Provincias –acordada por legisladores y convencionales de la UCR- y la más reciente Ley K modificatoria de la Ley de Hidrocarburos llamada Ley Corta –apoyada por la mayoría de los legisladores radicales- que otorga el dominio jurisdiccional a las Provincias, que no es otra cosa que entregárselo a las multinacionales, además de ceder gratuitamente a los argentinos que viven en provincias petroleras, las riquezas descubiertas y desarrolladas por todos los compatriotas, incluso los más pobres de las provincias del NEA que no acceden al gas natural. Con sentido de Nación y en contraposición, sobre el tema, Yrigoyen proclamó “La igualdad de las Provincias, en la indivisible solidaridad de sus pueblos” y manifestó que “debemos vitalizar todas las regiones y todos los individuos de la Patria”. Esos son los principios señeros con los trabajaron Alvear y Mosconi y que permitieron a éste último, anunciar el 1º de agosto de 1929 la Toma del Mercado de los Combustibles Líquidos. Fue la culminación de un sueño soberano pensado por Yrigoyen, ejecutado por Alvear, Mosconi y Le Breton y culminado por Yrigoyen y Mosconi. Actualmente, Argentina es el único país en el mundo sonde los gobernadores tienen a su cargo la gestión hidrocarburíferas; es inimaginable pensar que los gobernadores de Texas o Río de Janeiro compartan los temas petroleros con sus respectivos presidentes. El Gral. Mosconi fue uno de los jefes que permanecieron fieles al gobierno constitucional de septiembre de 1930; fue tanta su admiración por Yrigoyen que de ser un militar profesional se transformó en un militar radical; Adolfo Silenzi de Stagni poseía una carta de Mosconi a Yrigoyen donde le hacía saber sus intenciones de afiliarse al Radicalismo. En 1930, en su obra “Dichos y Hechos” de El Ateneo, sostenía el Gral. Mosconi: “En el gobierno de la riqueza pública, la administración de Y.P.F. ofrece un espectáculo singular: Después de un largo y laborioso trabajo recoge el país los frutos pacientemente buscados, pero los beneficios de la cosecha sólo han sido factibles por la presencia en la Presidencia de la República, de mandatarios excepcionales”. Como premio a la continuidad de la acción de Yrigoyen y Alvear se llega a 1929. Ese año, con la anuencia de Don Hipólito, afirmaba Mosconi: “El 1º de agosto de 1929 es una fecha memorable en la organización económica de la Argentina y por ende de la América del Sud”…”Un siglo antes se inició en el Plata el proceso de la independencia política de América Latina, en aquella campaña heroica que hizo sus primeras armas en San Lorenzo, tomó cuerpo en Chacabuco y Maipú y, luego de pasar por Lima, termina en Junín y Ayacucho, cerrando allí el período de dominación de España en el Nuevo Mundo. Pues bien, a semejanza de aquel gran movimiento continental que dio independencia política a nuestro continente, se encuentra en marcha el movimiento que terminará conquistando la independencia económica para nuestra América”…”El primer capítulo tiene realización feliz en Buenos Aires el 1º de agosto de 1929, fecha en que nuestro país rompe los trusts petrolíferos que hasta entonces impusieron sus exigencias y da a la América Latina el ejemplo y el impulso inicial del movimiento que se ha transmitido a algunos países hermanos, México, Colombia y Uruguay, entre ellos y que se propagará irremisiblemente a los demás pueblos de nuestra raza, hasta el establecimiento de la independencia integral de Sud América. Esta visión no encuentra fantasía ni ultra optimismo como parecía en el año 1922, cuando anunciamos que en nuestro país abatiríamos los trusts, proyecto que se imaginó fantástico pero que fue realidad magnífica siete años después”….”desde el 1º de agosto de 1929, fecha en que los trusts inglés y norteamericano quedan definitivamente rotos en nuestro país, los habitante de la República no sufren más imposiciones que las emanadas de su propio gobierno que decide libre de ingerencias extrañas en todo lo relativo al combustible líquido y empiezan a volcarse tierra adentro los millones que hasta entonces tomaban el camino del mar”…”La República Argentina se ve libre de todo peligro y asechanza que pudiera perturbarla o detenerla en su marcha a su futuro engrandecimiento y bienestar”. Como señalamos más arriba, quedaba a concretar la segunda parte del Plan Radical: la expulsión definitiva de los trusts internacionales. También vemos que la independencia económica surge de las gestiones de los dos primeros presidentes y no de las presidencias posteriores de Perón. Cómo consecuencia del proceso privatizador y desregulador instalado por el peronismo a partir de julio de 1989, los trusts internacionales Repsol-YPF, Pan American Energy, Total Austral, Tecpetrol, Vintage Oil, Petrobrás, Sipetrol, Chevron y Sipetrol, deciden libremente sobre nuestras riquezas hidrocarburíferas, los precios se ajustan al internacional, rige la libre disponibilidad de reservas y producción y sus ganancias toman el camino del mar. Son mucho más poderosas que las provincias y son las reales definidoras de las políticas que se aplican. Mosconi apenas asumió Yrigoyen su segundo mandato le presentó la renuncia y fue confirmado después de cuatro meses; a partir de ese momento recibió de Yrigoyen todo su apoyo y terminó transformándose en yrigoyenista, al igual que la mano derecha en su gesta el Gral. Alonso Baldrich. Sostenía el Director General de YPF que “Mi acción fue posible merced a esa sombra moral ante la que pasaban los millones sin conmoverlo”. Cuenta Raúl Larra en “Mosconi: General del Petróleo” que “Junto con otros jefes leales, Mosconi tomó posición defensiva en el Arsenal de Guerra: Le hizo saber al vicepresidente Martinez que podía contar con las fuerzas de Campo de Mayo y del Arsenal. Este le contestó que su renuncia era espontánea y definitiva. Entonces Mosconi y sus amigos abandonan el Arsenal”. Continúa Larra diciendo que Mosconi “Apenas conoce la nómina de los colaboradores de Uriburu…advierte que su tarea en Y.P.F. ha terminado”. Recordemos que el primer Ministro de Agricultura de Uriburu es un abogado cuyo estudio tenía como principales clientes a varias empresas petroleras extranjeras. Tampoco olvidemos que en ese golpe petrolero tuvo participación destacada, a pesar de tener solamente el grado de capitán y 35 años, Juan Domingo Perón, como lo sostiene claramente José Alberto Arredondo en su obra “Perón: su protagonismo en la Revolución del 30”; es el mismo Perón del Contrato con la Standard Oil de California, que se continúa con el Pacto con Arturo Frondizi y sus delictivos contratos petroleros, anulados posteriormente por Arturo Illia. Yrigoyen plantea como eje de su campaña electoral de 1928 la obtención de su Ley Nacionalizadota del Petróleo. En un Mensaje al Congreso afirmaba el Presidente: “La riqueza petrolífera del País es sin duda alguna más que suficiente para proveer al consumo interno de este combustible líquido. La posibilidad de producirlo en condiciones económicas para competir con el producto extranjero está comprobada…”; era un explícito reconocimiento y apoyo a Mosconi. La lucha por la Ley de Nacionalización del petróleo se da en todos los frentes con la idea de presionar al Senado. Se crean organizaciones que asumen esa lucha; una de ellas es la Alianza Continental, donde militaban el Gral. Alonso Baldrich, Arturo Orzábal Quintana, Moisés Lebenshon, Diego Luis Molinari y Arturo Orgaz; otros argentinos –José Ingenieros, Alfredo Palacios, Gabriel Del Mazo y Julio V. González habían creado la Unión Latinoamericana, mientras que relacionada con el comunismo actuaba la Liga Antiimperialista Argentina. El Nº 2 de Mosconi, Alonso Baldrich asume a fines de 1929 la dirección del diario El Argentino. En su libro “El General Baldrich y la defensa del petróleo argentino” y frente al atentado contra el Presidente Irigoyen señala Raúl Larra: que editorializa Baldrich: “ `Dos siglos de independencia económica representa la presidencia de Yrigoyen´. Lamenta que la policía haya dado muerte al agresor, eliminando la posibilidad de investigar sus móviles, sus móviles, quienes estaban detrás. ¿Acaso la Standard Oil?. No lo satisface que el rastreo de sus antecedentes lo hagan aparecer como antiguo militante anarquista. Y exalta al Presidente: ´Se han estrellado contra su firme voluntad y su austeridad ejemplar, la Diadema Argentina –Royal Dutch- y la Standard Oil y la artera diplomacia de algún vecino de América que gira sombrío en la órbita trazada por Washington….El Presidente Yrigoyen, firme en su austeridad y sus orientaciones precisas, blanco visible y alto en esta lucha de lo argentino contra lo traidoramente antiargentino tiene, forzosamente, como todas las cumbres, que atraer el rayo que fulmine, pero que en esta oportunidad ha sido chispa, que ratifica una consagración”. El país al que se refiere es el editorial es Chile; es bueno recordar que el historiador hamburgués Osvaldo Bayer defiende a los anarquistas violentos y –en base a los informes del gobierno chileno- alega a favor de la no interferencia de ese país en los trágicos sucesos de las huelgas patagónicas. La visión de Yrigoyen en defensa del desarrollo industrial de la República se manifiesta cuando señala: “El petróleo debe utilizar para el desarrollo de las industrial nacionales, pero desechando la idea de acelerar la extracción para llegar a exportarlo; esa riqueza es más útil al País en estado de combustible que transformada en valor metálico”. Mencionamos en esta charla a la posición del Presidente Lula, pero como no va a tener vigencia este concepto yrigoyeneano si en la actual crisis energética integral de nuestra país las exportaciones indiscriminadas, unidas a una explotación intensiva e irracional de los yacimientos, son y han sido las causas principales de la misma. Los argentinos apenas hemos tenido petróleo y gas para autoabastecernos, pero nunca para exportarlo, como es el caso de Venezuela, por ejemplo. La actual Ley de Hidrocarburos –que data de 1967, de Onganía y Krieger Vasena- solamente permite exportar excedentes, siempre que se disponga de reservas suficientes, se obtenga un precio correcto y que nos encontremos autoabastecidos; en el caso del gas natural, donde el 40 % de los habitantes no accede a sus redes, no existen dudas de que no lo estamos y, con respecto al petróleo, el horizontes de reservas siempre ha sido bajo, por lo cual es limitado el autoabastecimiento. Señalamos que éste recién fue conseguido en 1985 y día a día lo estamos perdiendo. Yrigoyen también consideraba la situación de los servicios públicos, casi totalmente en manos privadas en 1916. Manifestaba: “El Estado debe adquirir una posición cada día más preponderante en las actividades industriales, que respondan principalmente a las realización de servicios públicos, y si en alguna parte esas actividades deben sustituirse en lo posible a las aplicaciones del capital privado, es en los países de desarrollo constante y progresivo, como el nuestro, donde el servicio público ha de considerarse principalmente como instrumento de gobierno”. Y.P.F. significó la aparición de técnicos argentinos que llegaron a ser considerados entre los mejores del mundo. Uno de los discípulos de Mosconi fue Ing. Julio V. Canessa, quien obtuvo del Presidente Perón la creación de Gas del Estado en 1946, empresa de la cual fue su primer Director General. Canessa era un ypefeano yrigoyenista; es considerado el padre del gas en la Argentina; se distanció de Perón con motivo del contrato con la Standard Oil de California. Sostenía que “el sistema de concesiones en materia de servicios públicos ha resultado un fracaso; el interés privado se ha sobrepuesto al interés social y nacional, y la administración pública se ha visto jaqueada y enfrentada por el concesionario”; “Un servicio público se instituye no de acuerdo con su capacidad de autofinanciación, sino de acuerdo con la capacidad social que lo reclama”; “Cuando toda familia argentina, por modesta que sea y por lejana que esté la población en que resida, pueda tener una casa para vivir decorosamente, y pueda disponer en ella de agua corriente, electricidad y gas a precios que contemplen antes que el costo individual su capacidad para satisfacerlo, habremos dado un paso trascendental para la dignificación y felicidad de una gran parte de la población”. Estos términos yrigoyeneanos de Canessa, tan vigentes en la actualidad, son compartidos el yrigoyenista Arturo Illia: “No puede haber en ningún sitio de la República, un barrio que no tenga el progreso y las obras necesarias para que sus habitantes puedan subvenir sus necesidades naturales y, otros barrios alejados y empobrecidos. Donde no existan los elementos fundamentales para poder subsistir, desde la vivienda hasta todo lo demás que hace as las necesidades del ser humano para poder desenvolverse dignamente”. Desde 1989 rigen las leyes del mercado, desreguladoras y privatizadoras, que han librado a las concesionarias de su obligación esencial de invertir y han suprimido el derecho de los argentinos a acceder y permanecer en esos sistemas de servicios, ahora, el que no puede pagar se queda afuera de los mismos. La Ley de Nacionalización que no pudieron conseguir ni Irigoyen ni Alvear se plasma en el Art. 40 de la Constitución Nacional de 1949; es prácticamente el único artículo rescatable de una norma esencialmente fascista, no democrática y represiva. El autor del mencionado artículo fue el miembro informante de la mayoría de la Comisión Revisora de la Constitución Arturo Sampay, un destacado constitucionalista, quien junto al Presidente de la Convención –y también Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, número dos o uno bis del peronismo y casi seguro sucesor de Perón, el Cnel Domingo Mercante- se debe su inclusión, pues al momento de su sanción, Perón, presionado por varias embajadas extranjeras decide eliminar su inclusión y envía a La Plata a su Secretario Juan Duarte para transmitirle la orden a Mercante y Sampay, quienes, sospechando la orden de Perón, recién lo atendieron cuando el artículo había sido aprobado. Esa conducta les valió el abandono de sus cargos, acusaciones variadas, juicio digitados y hasta el exilio. Determinaba el Art. 40: “Los minerales, las caídas de agua, los yacimientos de petróleo, de carbón y de gas, y las demás fuentes naturales de energía, con excepción de los vegetales, son propiedades imprescriptibles e inalienables de la Nación…”. El Dr. Francisco Pena –especialista en temas energéticos y ex procurador General de la Corte de la Prov. de Bs. As. sostiene que en la redacción del citado artículo participó el Ing. Juan Sábado, quien fuera poseriormente Subsecretario de Combustibles del Presidente Illia. Decía Sampay: “No puedo menos que recordar con emoción a aquel gobernante argentino, Hipólito Yrigoyen, que pocos meses antes de su derrocamiento decía `que el subsuelo mineral de la República no puede ni debe ser objeto de otras explotaciones que las de la Nación misma` y cuya deposición, que impidió nacionalizar la ley que nacionalizaba el petróleo, fue festejada `por los ricos terratenientes`-según acota Waldo Frank, testigo del 6 de septiembre- sacando de sus bodegas el chapman de las mejores vendimias para acompañar el menú de los petroleros americanos”. Vale recordar que la reforma constitucional que en 1954 pretendía realizar el Presidente Perón, con el pretexto de separar a la Iglesia del Estado, tenía como objetivo esencial la derogación del Art. 40, pues mientras estuviese vigente resultaba imposible aprobar el contrato con la Standard Oil de California, posteriormente no avalado por la Revolución Libertadora; al de la California seguían otros cinco contratos de similares condiciones. La firma del convenio con la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Buenos Aires, presidida por el yrigoyenista Ricardo Rojas, e YPF a cargo de Enrique Mosconi de 1929, creando el Instituto del Petróleo, fue aprobado por el Presidente Yrigoyen, quien en el decreto respectivo señaló: “Con la creación del Instituto del Petróleo, los ingenieros civiles e industriales podrán especializarse en materia petrolífera para actuar con eficiencia en el desempeño de cargos técnicos directivos relacionados con la minería e industrialización del petróleo”. Los egresados del Instituto enorgullecieron a la Nación. Con la privatización de YPF el Instituto fue privado de sus recursos y depende de los cursos que realice. Esta frustración educativa debe sumarse al desmantelamiento del Laboratorio que Y.P.F. poseía en Florencia Varela, el más importante de Sudamérica y uno de los más afamados en mundo. Recientemente, el recientemente designado presidente de YPF SA está en conversaciones con el Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, ignorando la existencia del antiguo Instituto, tiene dentro de sus planes la creación de uno similar. Este breve repaso de las ideas de Yrigoyen y su proyección a la actualidad, es un reconocimiento a quien fuera el más grande Presidente de la Argentina. También un llamado de atención para que los radicales no nos conformemos con “parches” al modelo energético neoliberal vigente.
Buenos Aires, 16de agosto de 2012.
Gustavo A. Calleja Leer más...
miércoles, 4 de julio de 2012
La crisis del IOSPER y la salud pública
Por José Antonio Artusi
El Artículo 19 de la Constitución provincial establece que “la Provincia reconoce la salud como derecho humano fundamental, desarrollando políticas de atención primaria. La asistencia sanitaria será gratuita, universal, igualitaria, integral, adecuada y oportuna. Será prioritaria la inversión en salud, garantizando el primer nivel de atención, así como la formación y capacitación. Se implementará un seguro provincial de salud para toda la población y una progresiva descentralización hospitalaria. El medicamento es un bien social básico. El Estado regula y fiscaliza el circuito de producción, comercialización y consumo de éstos y de los productos alimenticios, tecnología médica y acredita los servicios en salud. La ley propenderá a jerarquizar el nivel de atención hospitalaria de tiempo completo.” Lamentablemente, muy poco se ha avanzado para dar cumplimiento al mandato constitucional en esta materia desde el año 2008.
A pesar del reconocimiento de la salud como un derecho humano fundamental, miles de entrerrianos carecen de oportunidades efectivas de mejorar su estado de salud, la atención primaria dista de ser una verdadera política de Estado, la asistencia sanitaria muchas veces no es gratuita, y por lo general no es igualitaria, ni universal, ni mucho menos integral. La regionalización sanitaria puesta en marcha durante la última gestión radical fue desactivada irracionalmente y sin justificativos, como así también la iniciativa de poner en marcha un programa provincial de producción pública de medicamentos, que hubiera contribuido efectivamente a que éstos sean un bien social básico.
Conviven en Entre Ríos una salud para ricos y una salud para pobres, en medio de políticas sectoriales absolutamente desarticuladas entre sí, lo que genera un notorio despilfarro de recursos y superpone irracionalmente esfuerzos. La crisis del IOSPER, que deja sin cobertura médica a cientos de miles de entrerrianos, se inscribe en el marco de esta crisis general.
El día 18 de Diciembre de 2009 presentamos junto a Mirta Alderete y José María Miser un proyecto de ley provincial de salud, en el que proponíamos la creación de un Sistema Integral de Salud de la Provincia de Entre Ríos (SISPER) y su integración con el Seguro Provincial de Salud. El SISPER estaría constituido por el conjunto de recursos de salud de dependencia estatal, de la seguridad social, de la sociedad civil y del sector privado que se desempeñan en nuestra provincia. La base para la redacción del proyecto fue un documento elaborado por la Comisión de Salud del Instituto de Políticas Públicas de la UCR, titulado “La salud como un bien individual y social”. En él se señalaba: “Actualmente en la provincia de Entre Ríos nos encontramos, como en el resto del país, con un sistema de salud totalmente fragmentado. Las Obras Sociales Nacionales, la provincial (IOSPER), las prepagas y los servicios públicos provinciales de atención actúan como si fueran compartimentos estancos. No existe, salvo excepciones, ningún tipo de interrelación entre ellos. Ergo, no existe una política de salud. El estado provincial solamente funciona como efector y, en cierta medida, como planificador de sus propias acciones, pero no controla el accionar de las obras sociales nacionales, prepagas, ni siquiera de la propia obra social provincial. Sin embargo por imperio de la Constitución, es el responsable de la salud de todos sus habitantes. Este es un hecho paradojal, ¿cómo puede hacerse responsable de por lo menos el 40% de la salud de la población (la que no concurre al servicio público) si no participa ni controla las acciones que llevan a cabo las entidades privadas y de la seguridad social?. Para cumplir con las normas vigentes debemos ir hacia la formulación de una política de Estado en materia de salud.”
El expediente de nuestro proyecto fue unificado con otro anterior de autoría de los diputados Darío Argain, Lidia Nogueira, Alicia Haidar y Ana D´Angelo, y ambos dieron origen a un dictamen de la Comisión de Salud, que fuera aprobado por unanimidad en el recinto el 11 de Mayo de 2011 y enviado en revisión al Senado, donde espera tratamiento.
A su vez, la crisis del IOSPER se enmarca en el contexto de las dificultades financieras del sector público provincial como producto del debilitamiento del federalismo fiscal, de malas administraciones, y de la recesión. De este modo, los trabajadores estatales son el último eslabón de una cadena. La Nación se apodera ilegítimamente de recursos de las provincias, éstas se ven en dificultades para pagar sueldos, se producen atrasos en los aportes a la obra social, estos atrasos se trasladan a los prestadores, y éstos interrumpen la vigencia de la cobertura. El balance 2011 del IOSPER muestra aportes pendientes de cobro por casi 71 millones de pesos, pero aún si esos aportes se efectivizaran de inmediato no alcanzaría para abonar los casi 74 millones de pesos que deben a los proveedores por servicios asistenciales. Dentro de esta deuda resaltan los más de 20 millones de pesos que se adeuda a las farmacias. En 2010 el principal rubro en gastos por servicios asistenciales fueron las farmacias, con más de 120 millones de pesos (26% del total en servicios asistenciales). Un programa de producción pública de medicamentos como el que han implementado otras provincias hubiera servido para disminuir y racionalizar drásticamente el gasto en este rubro. En Santa Fe la producción pública de medicamentos es una política de Estado que ha permitido ahorrar cuantiosos recursos e incluso proveer a otras provincias y participar en licitaciones públicas nacionales. Esta es la oportunidad que el peronismo desaprovechó a partir de 2003 en Entre Ríos.
En definitiva, la crisis del IOSPER que hoy es noticia en los medios es sólo la punta del iceberg. Por abajo se encuentra una crisis estructural y profunda, que es preciso reconocer para avanzar en su solución. Sin federalismo fiscal, sin un sistema integrado de salud, sin atención primaria y promoción de la salud en serio, el acceso efectivo a condiciones dignas de salud seguirá siendo una utopía para miles de entrerrianos.-
José Antonio Artusi es Presidente del Comité Provincial de la UCR de Entre Ríos y fue Diputado Provincial entre 2007 y 2011.- Leer más...
El Artículo 19 de la Constitución provincial establece que “la Provincia reconoce la salud como derecho humano fundamental, desarrollando políticas de atención primaria. La asistencia sanitaria será gratuita, universal, igualitaria, integral, adecuada y oportuna. Será prioritaria la inversión en salud, garantizando el primer nivel de atención, así como la formación y capacitación. Se implementará un seguro provincial de salud para toda la población y una progresiva descentralización hospitalaria. El medicamento es un bien social básico. El Estado regula y fiscaliza el circuito de producción, comercialización y consumo de éstos y de los productos alimenticios, tecnología médica y acredita los servicios en salud. La ley propenderá a jerarquizar el nivel de atención hospitalaria de tiempo completo.” Lamentablemente, muy poco se ha avanzado para dar cumplimiento al mandato constitucional en esta materia desde el año 2008.
A pesar del reconocimiento de la salud como un derecho humano fundamental, miles de entrerrianos carecen de oportunidades efectivas de mejorar su estado de salud, la atención primaria dista de ser una verdadera política de Estado, la asistencia sanitaria muchas veces no es gratuita, y por lo general no es igualitaria, ni universal, ni mucho menos integral. La regionalización sanitaria puesta en marcha durante la última gestión radical fue desactivada irracionalmente y sin justificativos, como así también la iniciativa de poner en marcha un programa provincial de producción pública de medicamentos, que hubiera contribuido efectivamente a que éstos sean un bien social básico.
Conviven en Entre Ríos una salud para ricos y una salud para pobres, en medio de políticas sectoriales absolutamente desarticuladas entre sí, lo que genera un notorio despilfarro de recursos y superpone irracionalmente esfuerzos. La crisis del IOSPER, que deja sin cobertura médica a cientos de miles de entrerrianos, se inscribe en el marco de esta crisis general.
El día 18 de Diciembre de 2009 presentamos junto a Mirta Alderete y José María Miser un proyecto de ley provincial de salud, en el que proponíamos la creación de un Sistema Integral de Salud de la Provincia de Entre Ríos (SISPER) y su integración con el Seguro Provincial de Salud. El SISPER estaría constituido por el conjunto de recursos de salud de dependencia estatal, de la seguridad social, de la sociedad civil y del sector privado que se desempeñan en nuestra provincia. La base para la redacción del proyecto fue un documento elaborado por la Comisión de Salud del Instituto de Políticas Públicas de la UCR, titulado “La salud como un bien individual y social”. En él se señalaba: “Actualmente en la provincia de Entre Ríos nos encontramos, como en el resto del país, con un sistema de salud totalmente fragmentado. Las Obras Sociales Nacionales, la provincial (IOSPER), las prepagas y los servicios públicos provinciales de atención actúan como si fueran compartimentos estancos. No existe, salvo excepciones, ningún tipo de interrelación entre ellos. Ergo, no existe una política de salud. El estado provincial solamente funciona como efector y, en cierta medida, como planificador de sus propias acciones, pero no controla el accionar de las obras sociales nacionales, prepagas, ni siquiera de la propia obra social provincial. Sin embargo por imperio de la Constitución, es el responsable de la salud de todos sus habitantes. Este es un hecho paradojal, ¿cómo puede hacerse responsable de por lo menos el 40% de la salud de la población (la que no concurre al servicio público) si no participa ni controla las acciones que llevan a cabo las entidades privadas y de la seguridad social?. Para cumplir con las normas vigentes debemos ir hacia la formulación de una política de Estado en materia de salud.”
El expediente de nuestro proyecto fue unificado con otro anterior de autoría de los diputados Darío Argain, Lidia Nogueira, Alicia Haidar y Ana D´Angelo, y ambos dieron origen a un dictamen de la Comisión de Salud, que fuera aprobado por unanimidad en el recinto el 11 de Mayo de 2011 y enviado en revisión al Senado, donde espera tratamiento.
A su vez, la crisis del IOSPER se enmarca en el contexto de las dificultades financieras del sector público provincial como producto del debilitamiento del federalismo fiscal, de malas administraciones, y de la recesión. De este modo, los trabajadores estatales son el último eslabón de una cadena. La Nación se apodera ilegítimamente de recursos de las provincias, éstas se ven en dificultades para pagar sueldos, se producen atrasos en los aportes a la obra social, estos atrasos se trasladan a los prestadores, y éstos interrumpen la vigencia de la cobertura. El balance 2011 del IOSPER muestra aportes pendientes de cobro por casi 71 millones de pesos, pero aún si esos aportes se efectivizaran de inmediato no alcanzaría para abonar los casi 74 millones de pesos que deben a los proveedores por servicios asistenciales. Dentro de esta deuda resaltan los más de 20 millones de pesos que se adeuda a las farmacias. En 2010 el principal rubro en gastos por servicios asistenciales fueron las farmacias, con más de 120 millones de pesos (26% del total en servicios asistenciales). Un programa de producción pública de medicamentos como el que han implementado otras provincias hubiera servido para disminuir y racionalizar drásticamente el gasto en este rubro. En Santa Fe la producción pública de medicamentos es una política de Estado que ha permitido ahorrar cuantiosos recursos e incluso proveer a otras provincias y participar en licitaciones públicas nacionales. Esta es la oportunidad que el peronismo desaprovechó a partir de 2003 en Entre Ríos.
En definitiva, la crisis del IOSPER que hoy es noticia en los medios es sólo la punta del iceberg. Por abajo se encuentra una crisis estructural y profunda, que es preciso reconocer para avanzar en su solución. Sin federalismo fiscal, sin un sistema integrado de salud, sin atención primaria y promoción de la salud en serio, el acceso efectivo a condiciones dignas de salud seguirá siendo una utopía para miles de entrerrianos.-
José Antonio Artusi es Presidente del Comité Provincial de la UCR de Entre Ríos y fue Diputado Provincial entre 2007 y 2011.- Leer más...
martes, 3 de julio de 2012
FRACASO DEL MODELO EDUCATIVO Y SOCIO POLITICO DEL PERONISMO
Por Reynaldo Martínez
EL SISTEMA EDUCATIVO EN SU CONJUNTO ES LA CREACIÓN DE CUALQUIER SOCIEDAD PARA PODER GARANTIZAR EL MÍNIMO DE SUPERVIVENCIA PACIFICA, ORDENADA Y ARMÓNICA ENTRE SUS INTEGRANTES, LOS RADICALES HEMOS DICHO HASTA EL CANSANCIO, LA EDUCACIÓN ES LA BASE DEL PROGRESO. LA RECIENTE DECISIÓN DEL CONSEJO FEDERAL DE EDUCACIÓN DE IMPLEMENTAR LA PROMOCION AUTOMATICA DE 1º Y 2º GRADO DE LA ESCUELA PRIMARIA, LEJOS DE SER UN RECONOCIMIENTO INNOVADOR ES UNA MEDIDA QUE PRETENDE NEGAR LA REALIDAD DE QUE LA IMPLEMENTACION Y EL SOSTENIMIENTO DEL MODELO CAPITALISTA CORPORATIVO POLÍTICO SINDICAL, LLEVADO ADELANTE DESDE 2003 NO PUDO POR INEFICIENCIA, POR DESIDIA, POR FALTA DE CAPACIDAD, SUPERAR LOS INDICES DE POBREZA, GARANTIZAR LA INFRAESTRUCTURA ESCOLAR Y SOBRE TODO NO PUDO INCORPORAR VALOR AGREGADO AL PROCESO EDUCATIVO.
NO HAY PERDÓN PARA QUIENES TENIENDO EL PODER ABSOLUTO, HOY FRACCIONAN SUELDOS O CONSTRUYEN ESTADIOS SIN SENTIDO, NO HAY OLVIDO PARA LOS RESPONSABLES DE EDUCACIÓN Y DE DESARROLLO SOCIAL, QUE CON LA COMPLICIDAD Y EL SILENCIO DE MUCHOS ACTORES INSTITUCIONALES: COLEGIOS DE PROFESIONALES, FEDERACIONES, PARTIDOS POLÍTICOS, CREDOS RELIGIOSOS, SINDICATOS, NO LOGRARON EN LA MAYOR ÉPOCA DE RIQUEZA DE LA REPÚBLICA ARGENTINA, AFIANZAR UN MODELO DE PAÍS CON EDUCACIÓN PARA TODOS Y SIN DESNUTRICIÓN O POBREZA EXTREMA.
LAS CONSECUENCIAS SON OBVIAS, CADA VEZ MAS CON EL PASO DEL TIEMPO, LAS NUEVAS GENERACIONES DE ALUMNOS EXPUESTOS A CONDICIONES DE ENTORNO DESFAVORABLE, TIENEN MAYORES IMPEDIMENTOS PARA MANTENERSE EN EL SISTEMA ESCOLAR. ENTONCES QUE HACE EL PERONISMO EN EL PODER, CAMBIA LAS REGLAS COMO HIZO Y HACE CON EL INDEC, Y SI EL PROBLEMA QUEDA EN EVIDENCIA EN EL PASO DE PRIMERO A SEGUNDO GRADO, PUES ELIMINEMOS ESA BARRERA Y QUE LOS CHICOS NO REPITAN, PERO ADEMAS LES DECIMOS QUE ES POR SU BIEN Y QUE SE ARREGLE LA MAESTRA O EL PROFESOR DE 3º, AHORA DE IMPLEMENTAR POLÍTICAS SOCIALES DE PROMOCIÓN NI HABLAR, NO HAY PLATA PARA ESO.
FUERON INCAPACES TENIENDO TODO A SU FAVOR, INCLUSO LA ESPECTACULAR TASA DE CRECIMIENTO ECONÓMICO SOSTENIDO, DE IMPLEMENTAR MECANISMOS DE ORGANIZACIÓN INSTITUCIONAL PARA GARANTIZAR QUE LOS ALUMNOS QUE MAS NECESITAN RECIBAN ESE MAYOR CAUDAL EDUCATIVO Y LOS MEJORES ACOMPAÑAMIENTOS PEDAGÓGICOS.
LAS MODAS PEDAGÓGICAS APLICADAS POR EL PERONISMO HAN DESDIBUJADO LA TAREA EDUCATIVA CENTRAL QUE ES ASEGURAR LA APROPIACIÓN DE LOS SABERES Y ESA APREHENSIÓN SE REALIZA EN DETERMINADOS ESTADIOS MENTALES DE LA EVOLUCIÓN INDIVIDUAL Y SI QUIENES GOBIERNAN NO GARANTIZAN EL MEJOR AMBIENTE PARA EL TRABAJO DOCENTE Y LAS CONDICIONES DEL ENTORNO, YA NO SE PUEDE RECUPERAR ESE RITMO EVOLUTIVO, GENERANDO DESIGUALDAD SIN INSERCIÓN SOCIAL.
REYNALDO MARTINEZ es Vocal del Comité Provincial de la UCR de Entre Ríos Leer más...
EL SISTEMA EDUCATIVO EN SU CONJUNTO ES LA CREACIÓN DE CUALQUIER SOCIEDAD PARA PODER GARANTIZAR EL MÍNIMO DE SUPERVIVENCIA PACIFICA, ORDENADA Y ARMÓNICA ENTRE SUS INTEGRANTES, LOS RADICALES HEMOS DICHO HASTA EL CANSANCIO, LA EDUCACIÓN ES LA BASE DEL PROGRESO. LA RECIENTE DECISIÓN DEL CONSEJO FEDERAL DE EDUCACIÓN DE IMPLEMENTAR LA PROMOCION AUTOMATICA DE 1º Y 2º GRADO DE LA ESCUELA PRIMARIA, LEJOS DE SER UN RECONOCIMIENTO INNOVADOR ES UNA MEDIDA QUE PRETENDE NEGAR LA REALIDAD DE QUE LA IMPLEMENTACION Y EL SOSTENIMIENTO DEL MODELO CAPITALISTA CORPORATIVO POLÍTICO SINDICAL, LLEVADO ADELANTE DESDE 2003 NO PUDO POR INEFICIENCIA, POR DESIDIA, POR FALTA DE CAPACIDAD, SUPERAR LOS INDICES DE POBREZA, GARANTIZAR LA INFRAESTRUCTURA ESCOLAR Y SOBRE TODO NO PUDO INCORPORAR VALOR AGREGADO AL PROCESO EDUCATIVO.
NO HAY PERDÓN PARA QUIENES TENIENDO EL PODER ABSOLUTO, HOY FRACCIONAN SUELDOS O CONSTRUYEN ESTADIOS SIN SENTIDO, NO HAY OLVIDO PARA LOS RESPONSABLES DE EDUCACIÓN Y DE DESARROLLO SOCIAL, QUE CON LA COMPLICIDAD Y EL SILENCIO DE MUCHOS ACTORES INSTITUCIONALES: COLEGIOS DE PROFESIONALES, FEDERACIONES, PARTIDOS POLÍTICOS, CREDOS RELIGIOSOS, SINDICATOS, NO LOGRARON EN LA MAYOR ÉPOCA DE RIQUEZA DE LA REPÚBLICA ARGENTINA, AFIANZAR UN MODELO DE PAÍS CON EDUCACIÓN PARA TODOS Y SIN DESNUTRICIÓN O POBREZA EXTREMA.
LAS CONSECUENCIAS SON OBVIAS, CADA VEZ MAS CON EL PASO DEL TIEMPO, LAS NUEVAS GENERACIONES DE ALUMNOS EXPUESTOS A CONDICIONES DE ENTORNO DESFAVORABLE, TIENEN MAYORES IMPEDIMENTOS PARA MANTENERSE EN EL SISTEMA ESCOLAR. ENTONCES QUE HACE EL PERONISMO EN EL PODER, CAMBIA LAS REGLAS COMO HIZO Y HACE CON EL INDEC, Y SI EL PROBLEMA QUEDA EN EVIDENCIA EN EL PASO DE PRIMERO A SEGUNDO GRADO, PUES ELIMINEMOS ESA BARRERA Y QUE LOS CHICOS NO REPITAN, PERO ADEMAS LES DECIMOS QUE ES POR SU BIEN Y QUE SE ARREGLE LA MAESTRA O EL PROFESOR DE 3º, AHORA DE IMPLEMENTAR POLÍTICAS SOCIALES DE PROMOCIÓN NI HABLAR, NO HAY PLATA PARA ESO.
FUERON INCAPACES TENIENDO TODO A SU FAVOR, INCLUSO LA ESPECTACULAR TASA DE CRECIMIENTO ECONÓMICO SOSTENIDO, DE IMPLEMENTAR MECANISMOS DE ORGANIZACIÓN INSTITUCIONAL PARA GARANTIZAR QUE LOS ALUMNOS QUE MAS NECESITAN RECIBAN ESE MAYOR CAUDAL EDUCATIVO Y LOS MEJORES ACOMPAÑAMIENTOS PEDAGÓGICOS.
LAS MODAS PEDAGÓGICAS APLICADAS POR EL PERONISMO HAN DESDIBUJADO LA TAREA EDUCATIVA CENTRAL QUE ES ASEGURAR LA APROPIACIÓN DE LOS SABERES Y ESA APREHENSIÓN SE REALIZA EN DETERMINADOS ESTADIOS MENTALES DE LA EVOLUCIÓN INDIVIDUAL Y SI QUIENES GOBIERNAN NO GARANTIZAN EL MEJOR AMBIENTE PARA EL TRABAJO DOCENTE Y LAS CONDICIONES DEL ENTORNO, YA NO SE PUEDE RECUPERAR ESE RITMO EVOLUTIVO, GENERANDO DESIGUALDAD SIN INSERCIÓN SOCIAL.
REYNALDO MARTINEZ es Vocal del Comité Provincial de la UCR de Entre Ríos Leer más...
domingo, 1 de julio de 2012
HOMENAJE A HIPÓLITO YRIGOYEN
El Comité Provincial de la Unión Cívica Radical de Entre Ríos rinde homenaje a la memoria de Hipólito Yrigoyen, al cumplirse el 3 de Julio 89 años de su muerte.
Para recordarlo, recurrimos a una reseña de su vida y obra, de autoría del Presidente de la Convención Nacional de la UCR, Hipólito Solari Yrigoyen.:
El 3 de julio de 1933 fallecía en la ciudad de Buenos Aires, Hipólito Yrigoyen. Hasta poco antes, las autoridades militares que habían usurpado el poder el 6 de septiembre de 1930 lo habían mantenido preso en la isla Martín García en condiciones inhumanas que resintieron y agravaron su salud. Fue el primer presidente argentino elegido por el sufragio popular. Yrigoyen había encabezado una lucha revolucionaria para que se reconociera el voto universal, secreto y obligatorio. Se lo considera, con razón, el fundador de la democracia moderna argentina. Fue abogado y profesor de filosofía. Acompañó, junto con su hermano el coronel Martín Yrigoyen, a su tío Leandro Alem en la fundación de la Unión Cívica Radical en 1891. Se graduó de abogado en la Facultad de Derecho de la UBA y fue profesor de Filosofía. Era un estudioso y un intérprete de la escuela filosófica del alemán Karl Christian Friedrich Krause (1781-1832), corriente de pensamiento reformista y democrática que basa el progreso humano en la perfección moral. En tal sentido concebía la política como un apostolado, posición que mantiene actualidad y forma parte de los fundamentos doctrinarios de la Unión Cívica Radical. Fue dos veces presidente de la República. Por primera vez entre 1916 y 1922 y fue reelecto en forma plebiscitaria en 1928 hasta que fue derrocado en 1930 por un golpe militar de orientación fascista y reaccionario que impidió la sanción de una ley de nacionalización del .petróleo por la que él bregaba y que el Senado con mayoría conservadora se negaba a tratar. En su primer gobierno había fundado YPF y en el segundo había ratificado al general Enrique Mosconi, designado por Alvear, al frente de esta empresa. Fue un gran defensor del patrimonio nacional y, especialmente, de sus recursos energéticos. Mantuvo a la Argentina neutral en la 1ª Guerra Mundial y concluida esta sostuvo en la reunión inicial de la Sociedad de las Naciones principios como la igualdad jurídica de los Estados Soberanos, la no intervención, la libre determinación y el derecho a la paz como el estado natural de los pueblos. Para preservar la paz propuso la creación de una Corte permanente de Justicia Internacional. Llevó adelante una política americanista y en el intercambio de saludos con el presidente Herber Clark Hoover, que visitó nuestro país en 1928, le señaló que “los hombres deben ser sagrados para los hombres y los pueblos para los pueblos”. Estos sólidos principios yrigoyeneanos han marcado el rumbo de la política exterior de todos los gobernantes del radicalismo. En su gobierno se llevó a cabo la Reforma Universitaria de 1918, se crearon varias universidades nacionales en el interior y la construcción de escuelas en el país permitió inaugurar una por día de gobierno Yrigoyen fue un defensor del federalismo y en repetidas ocasiones se vio obligado a intervenir provincias en las que se elegían gobernantes por el fraude. Para él “la intervención es un recurso extraordinario en la vida institucional de los Estados” pero al mismo tiempo confesó que “no habría habido poder humano que me hiciera desistir de la reorganización de todos los gobiernos ilegítimos”. Es imposible intentar resumir sus valiosas gestiones presidenciales en un recordatorio como el presente. Pero sí cabe destacar que fueron las extensas reformas económicas y sociales que realizó en sus gobiernos las que le valieron la animadversión de la plutocracia, a la que hab pia vencido en comicios limpios, quien le realizó una feroz oposición parlamentaria y política que concluyó en su derrocamiento y que hasta el día de hoy tiene sus escribas que incluyen en su historia anécdotas y hechos falsos inventados por sus acérrimos enemigos, como la grosera mentira del “diario de Yrigoyen” o negarle el título de abogado que ha sido probado en forma reiterada o atribuirle una senilidad que nunca tuvo y que ha sido desmentida por personalidades como Ricardo Rojas que lo conoció poco antes de su muerte y dijo que había tenido el honor de tratar a un hombre brillante en la plenitud de sus facultades y poseedor de una vasta cultura. Yrigoyen fue enfrentado durante su gobierno también por un sector violento y minoritario, uno de cuyos miembros intentó asesinarlo disparándole cuatro tiros al automóvil que lo trasladaba de su domicilio a la casa de gobierno el 24 de diciembre de 1929. En esa ocasión dijo el presidente: “tengo el convencimiento infinito, de razón y de conciencia, de no haber hecho jamás mal a nadie en sentido alguno y sí todo el bien que estuvo a mi alcance a cuantos llegaron hasta mi, fueran quienes fuesen”. En su primer mensaje al Congreso incluyó un pensamiento que fue una filosofía que siguió en toda su vida: "No he venido a castigar ni a perseguir, sino a reparar". Fue un dialoguista permanente dotado de un poder de persuasión fuera de lo común. El pueblo reconoció en él a un hombre que luchó denodadamente por sus derechos. Al terminar su primer período presidencial pudo decir con orgullo: “Las grandes conquistas de la justicia, del derecho y la libertad, que fundamentan la esencia de la vida universal, se expanden hoy a todos los ámbitos del país y se exteriorizan por sus efectivas consagraciones”. Tuvo siempre un amplio y mayoritario apoyo popular. Su entierro fue apoteósico. Una multitud nunca vista acompañó a sus restos desafiando las medidas represivas que tomó el gobierno surgido del fraude del general Justo, para impedirlo. Vivió siempre en un marco de austeridad republicana en una humilde casa del barrio de Constitución (Brasil 1039) que fue saqueada, como también quemaron su sencillo mobiliario el día del golpe de 1930. Antes de llegar a la función pública poseyó una sólida fortuna formada en sus empresas agropecuarias, la que puso al servicio de sus actividades cívicas. Murió en la pobreza. Tanto como profesor, como cuando ejerció la presidencia, donó sus sueldos. Fue un hombre ético que predicó siempre esa virtud como imprescindible en la vida política y que constituye uno de sus importantes legados a la doctrina de la Unión Cívica Radical que fue fielomente seguida por los posteriores presidentes de su partido.
Hipólito Solari Yrigoyen
Presidente de la Convención Nacional de la Unión Cívica Radical Leer más...
Para recordarlo, recurrimos a una reseña de su vida y obra, de autoría del Presidente de la Convención Nacional de la UCR, Hipólito Solari Yrigoyen.:
El 3 de julio de 1933 fallecía en la ciudad de Buenos Aires, Hipólito Yrigoyen. Hasta poco antes, las autoridades militares que habían usurpado el poder el 6 de septiembre de 1930 lo habían mantenido preso en la isla Martín García en condiciones inhumanas que resintieron y agravaron su salud. Fue el primer presidente argentino elegido por el sufragio popular. Yrigoyen había encabezado una lucha revolucionaria para que se reconociera el voto universal, secreto y obligatorio. Se lo considera, con razón, el fundador de la democracia moderna argentina. Fue abogado y profesor de filosofía. Acompañó, junto con su hermano el coronel Martín Yrigoyen, a su tío Leandro Alem en la fundación de la Unión Cívica Radical en 1891. Se graduó de abogado en la Facultad de Derecho de la UBA y fue profesor de Filosofía. Era un estudioso y un intérprete de la escuela filosófica del alemán Karl Christian Friedrich Krause (1781-1832), corriente de pensamiento reformista y democrática que basa el progreso humano en la perfección moral. En tal sentido concebía la política como un apostolado, posición que mantiene actualidad y forma parte de los fundamentos doctrinarios de la Unión Cívica Radical. Fue dos veces presidente de la República. Por primera vez entre 1916 y 1922 y fue reelecto en forma plebiscitaria en 1928 hasta que fue derrocado en 1930 por un golpe militar de orientación fascista y reaccionario que impidió la sanción de una ley de nacionalización del .petróleo por la que él bregaba y que el Senado con mayoría conservadora se negaba a tratar. En su primer gobierno había fundado YPF y en el segundo había ratificado al general Enrique Mosconi, designado por Alvear, al frente de esta empresa. Fue un gran defensor del patrimonio nacional y, especialmente, de sus recursos energéticos. Mantuvo a la Argentina neutral en la 1ª Guerra Mundial y concluida esta sostuvo en la reunión inicial de la Sociedad de las Naciones principios como la igualdad jurídica de los Estados Soberanos, la no intervención, la libre determinación y el derecho a la paz como el estado natural de los pueblos. Para preservar la paz propuso la creación de una Corte permanente de Justicia Internacional. Llevó adelante una política americanista y en el intercambio de saludos con el presidente Herber Clark Hoover, que visitó nuestro país en 1928, le señaló que “los hombres deben ser sagrados para los hombres y los pueblos para los pueblos”. Estos sólidos principios yrigoyeneanos han marcado el rumbo de la política exterior de todos los gobernantes del radicalismo. En su gobierno se llevó a cabo la Reforma Universitaria de 1918, se crearon varias universidades nacionales en el interior y la construcción de escuelas en el país permitió inaugurar una por día de gobierno Yrigoyen fue un defensor del federalismo y en repetidas ocasiones se vio obligado a intervenir provincias en las que se elegían gobernantes por el fraude. Para él “la intervención es un recurso extraordinario en la vida institucional de los Estados” pero al mismo tiempo confesó que “no habría habido poder humano que me hiciera desistir de la reorganización de todos los gobiernos ilegítimos”. Es imposible intentar resumir sus valiosas gestiones presidenciales en un recordatorio como el presente. Pero sí cabe destacar que fueron las extensas reformas económicas y sociales que realizó en sus gobiernos las que le valieron la animadversión de la plutocracia, a la que hab pia vencido en comicios limpios, quien le realizó una feroz oposición parlamentaria y política que concluyó en su derrocamiento y que hasta el día de hoy tiene sus escribas que incluyen en su historia anécdotas y hechos falsos inventados por sus acérrimos enemigos, como la grosera mentira del “diario de Yrigoyen” o negarle el título de abogado que ha sido probado en forma reiterada o atribuirle una senilidad que nunca tuvo y que ha sido desmentida por personalidades como Ricardo Rojas que lo conoció poco antes de su muerte y dijo que había tenido el honor de tratar a un hombre brillante en la plenitud de sus facultades y poseedor de una vasta cultura. Yrigoyen fue enfrentado durante su gobierno también por un sector violento y minoritario, uno de cuyos miembros intentó asesinarlo disparándole cuatro tiros al automóvil que lo trasladaba de su domicilio a la casa de gobierno el 24 de diciembre de 1929. En esa ocasión dijo el presidente: “tengo el convencimiento infinito, de razón y de conciencia, de no haber hecho jamás mal a nadie en sentido alguno y sí todo el bien que estuvo a mi alcance a cuantos llegaron hasta mi, fueran quienes fuesen”. En su primer mensaje al Congreso incluyó un pensamiento que fue una filosofía que siguió en toda su vida: "No he venido a castigar ni a perseguir, sino a reparar". Fue un dialoguista permanente dotado de un poder de persuasión fuera de lo común. El pueblo reconoció en él a un hombre que luchó denodadamente por sus derechos. Al terminar su primer período presidencial pudo decir con orgullo: “Las grandes conquistas de la justicia, del derecho y la libertad, que fundamentan la esencia de la vida universal, se expanden hoy a todos los ámbitos del país y se exteriorizan por sus efectivas consagraciones”. Tuvo siempre un amplio y mayoritario apoyo popular. Su entierro fue apoteósico. Una multitud nunca vista acompañó a sus restos desafiando las medidas represivas que tomó el gobierno surgido del fraude del general Justo, para impedirlo. Vivió siempre en un marco de austeridad republicana en una humilde casa del barrio de Constitución (Brasil 1039) que fue saqueada, como también quemaron su sencillo mobiliario el día del golpe de 1930. Antes de llegar a la función pública poseyó una sólida fortuna formada en sus empresas agropecuarias, la que puso al servicio de sus actividades cívicas. Murió en la pobreza. Tanto como profesor, como cuando ejerció la presidencia, donó sus sueldos. Fue un hombre ético que predicó siempre esa virtud como imprescindible en la vida política y que constituye uno de sus importantes legados a la doctrina de la Unión Cívica Radical que fue fielomente seguida por los posteriores presidentes de su partido.
Hipólito Solari Yrigoyen
Presidente de la Convención Nacional de la Unión Cívica Radical Leer más...
Inuaguraron un monumento a Raúl Alfonsín en Concepción del Uruguay
Quedó inaugurado el Sábado 30 de Junio el Monumento que recuerda la figura del Presidente Raúl Alfonsín en la Plaza Ramírez de Concepción del Uruguay. La iniciativa de emplazar el monumento y la organización del acto estuvo a cargo de una Comisión Permanente de Homenaje.
Uno de los oradores fue Gonzalo Gaggino, que en representación de la Juventud Radical pronunció las siguientes palabras:
"El emplazamiento de este busto del ex Presidente Dr. Raúl Alfonsín no es solo un homenaje a su figura, sino también a todos los militantes y simpatizantes que trabajaron y lucharon durante la dictadura Militar para que el sistema de derechos hoy esté vigente. Como así también a los más de 30 mil Argentinos desaparecidos en ese período nefasto donde la democracia no existía. Raúl Alfonsín era un ho...mbre lleno de convicciones, que trascendió más allá de su presidencia, para ser el símbolo del buen político. Una persona que luchó por la paz, la justicia y la unidad de todos los argentinos, buscando siempre el consenso, el diálogo, la honestidad y la sinceridad. Fue él quien recuperó a toda una generación de radicales y les enseñó a vivir con ideales, a hablar de democracia, a militar la democracia, nos enseñó que se lo puede hacer con honradez, con sinceridad, con responsabilidad, con diálogo para así sentirnos orgullosos de ser argentinos. Le queremos agradecer por el juicio a las juntas. Por hacer lo que nadie hizo en ningún lugar del mundo, en ningún momento de la historia. Por hacer lo que nadie hubiera hecho. Juzgó a los responsables de un genocidio, a los asesinos que usaban la estructura estatal como herramienta de persecución. Y lo hizo cuando estos genocidas estaban en funciones, con la sangre aún joven y con sus cuerpos erguidos. Eso señores se llama tener CORAJE, eso es proteger a las persona y garantizar sus libertades sin importar el color político. Sufrió varios levantamientos militares que lo obligaron a tomar decisiones no deseadas como la Ley de Obediencia Debida y Punto Final. Lo tuvo que hacer porque otro golpe de estado en la Argentina sin dudas nos iba a llevar otra vez, a enfrentamientos armados y a otro baño de sangre más que la Nación NO se podía permitir. Se fue de la presidencia con el sentimiento del deber cumplido, pero sabiendo que había mucho por hacer. Volvió a su departamento de siempre. Nunca fue acusado de enriquecimiento ilícito, de corrupción, ni malversación de dinero público; jamás pasó por Tribunales. Por último quisiera recordar el mensaje que en los últimos años de su vida nos dejaba a los jóvenes. "Sigan ideas, no sigan hombres, fue y es siempre mi mensaje a los jóvenes. Los hombres pasan, las ideas quedan y se transforman en antorchas que mantienen viva a la política democrática”.
GRACIAS ALFONSIN, SIEMPRE SERAS NUESTRA BANDERA".
Juventud Radical Uruguay Leer más...
Uno de los oradores fue Gonzalo Gaggino, que en representación de la Juventud Radical pronunció las siguientes palabras:
"El emplazamiento de este busto del ex Presidente Dr. Raúl Alfonsín no es solo un homenaje a su figura, sino también a todos los militantes y simpatizantes que trabajaron y lucharon durante la dictadura Militar para que el sistema de derechos hoy esté vigente. Como así también a los más de 30 mil Argentinos desaparecidos en ese período nefasto donde la democracia no existía. Raúl Alfonsín era un ho...mbre lleno de convicciones, que trascendió más allá de su presidencia, para ser el símbolo del buen político. Una persona que luchó por la paz, la justicia y la unidad de todos los argentinos, buscando siempre el consenso, el diálogo, la honestidad y la sinceridad. Fue él quien recuperó a toda una generación de radicales y les enseñó a vivir con ideales, a hablar de democracia, a militar la democracia, nos enseñó que se lo puede hacer con honradez, con sinceridad, con responsabilidad, con diálogo para así sentirnos orgullosos de ser argentinos. Le queremos agradecer por el juicio a las juntas. Por hacer lo que nadie hizo en ningún lugar del mundo, en ningún momento de la historia. Por hacer lo que nadie hubiera hecho. Juzgó a los responsables de un genocidio, a los asesinos que usaban la estructura estatal como herramienta de persecución. Y lo hizo cuando estos genocidas estaban en funciones, con la sangre aún joven y con sus cuerpos erguidos. Eso señores se llama tener CORAJE, eso es proteger a las persona y garantizar sus libertades sin importar el color político. Sufrió varios levantamientos militares que lo obligaron a tomar decisiones no deseadas como la Ley de Obediencia Debida y Punto Final. Lo tuvo que hacer porque otro golpe de estado en la Argentina sin dudas nos iba a llevar otra vez, a enfrentamientos armados y a otro baño de sangre más que la Nación NO se podía permitir. Se fue de la presidencia con el sentimiento del deber cumplido, pero sabiendo que había mucho por hacer. Volvió a su departamento de siempre. Nunca fue acusado de enriquecimiento ilícito, de corrupción, ni malversación de dinero público; jamás pasó por Tribunales. Por último quisiera recordar el mensaje que en los últimos años de su vida nos dejaba a los jóvenes. "Sigan ideas, no sigan hombres, fue y es siempre mi mensaje a los jóvenes. Los hombres pasan, las ideas quedan y se transforman en antorchas que mantienen viva a la política democrática”.
GRACIAS ALFONSIN, SIEMPRE SERAS NUESTRA BANDERA".
Juventud Radical Uruguay Leer más...
RECLAMAMOS UNA VEZ MÁS CONVOCATORIA A ELECCIONES EN PASTOR BRITOS Y CONDENAMOS LA OMISIÓN DEL PODER EJECUTIVO
El Comité Provincial de la Unión Cívica Radical de Entre Ríos, ante la inaceptable y antidemocrática actitud del Poder Ejecutivo de no convocar a nuevas elecciones en la localidad de Pastor Britos a pesar de la resolución de la justicia electoral en ese sentido, se ve obligado una vez más a reiterar enfáticamente nuestro reclamo para que la voluntad popular de los ciudadanos de esa comuna del Departamento Gualeguaychú sea respetada.
Recordamos que en las elecciones generales del año pasado se verificó un empate entre el Frente Progresista Cívico y Social y el Frente Justicialista para la Victoria. Este Comité resolvió oportunamente instruir a su apoderado para apelar la decisión del Tribunal Electoral de recurrir a un sorteo para dirimir la cuestión, argumentando que tal mecanismo resulta totalmente antidemocrático y violatorio de la soberanía popular. El día 13 de Marzo de 2012 el Tribunal Electoral nos dio la razón y ordenó al Poder Ejecutivo que efectúe una nueva convocatoria a elecciones. A dos meses de aquel fallo, volvimos a reclamarlo públicamente a través de una declaración conjunta con nuestros legisladores provinciales en la ciudad de Gualeguaychú, sin respuesta alguna por parte del gobierno. Posteriormente, un significativo número de ciudadanos de Pastor Britos elevó al Poder Ejecutivo un petitorio en idéntico sentido a nuestro reclamo, que obra en el Expediente 1337437.
El Sr. Gobernador debe convocar sin dilaciones a elecciones en Pastor Britos, no hay excusas para no hacerlo. Seguiremos reclamando por el respeto a la voluntad popular y requeriremos que nuestros apoderados y legisladores pongan en marcha todas las acciones administrativas, legislativas y judiciales que sean necesarias, en pos de que los ciudadanos puedan ejercer plenamente su derecho constitucional a elegir libremente a sus gobernantes en el ámbito local.-
Paraná, 26 de Junio de 2012.- Leer más...
Recordamos que en las elecciones generales del año pasado se verificó un empate entre el Frente Progresista Cívico y Social y el Frente Justicialista para la Victoria. Este Comité resolvió oportunamente instruir a su apoderado para apelar la decisión del Tribunal Electoral de recurrir a un sorteo para dirimir la cuestión, argumentando que tal mecanismo resulta totalmente antidemocrático y violatorio de la soberanía popular. El día 13 de Marzo de 2012 el Tribunal Electoral nos dio la razón y ordenó al Poder Ejecutivo que efectúe una nueva convocatoria a elecciones. A dos meses de aquel fallo, volvimos a reclamarlo públicamente a través de una declaración conjunta con nuestros legisladores provinciales en la ciudad de Gualeguaychú, sin respuesta alguna por parte del gobierno. Posteriormente, un significativo número de ciudadanos de Pastor Britos elevó al Poder Ejecutivo un petitorio en idéntico sentido a nuestro reclamo, que obra en el Expediente 1337437.
El Sr. Gobernador debe convocar sin dilaciones a elecciones en Pastor Britos, no hay excusas para no hacerlo. Seguiremos reclamando por el respeto a la voluntad popular y requeriremos que nuestros apoderados y legisladores pongan en marcha todas las acciones administrativas, legislativas y judiciales que sean necesarias, en pos de que los ciudadanos puedan ejercer plenamente su derecho constitucional a elegir libremente a sus gobernantes en el ámbito local.-
Paraná, 26 de Junio de 2012.- Leer más...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)